Intervención de Mons. Lucius Iwejuru UGORJI, Obispo de Umuahia (NIGERIA)
S. E. R. Mons. Lucius Iwejuru UGORJI, Obispo de Umuahia (NIGERIA)
Las
multinacionales explotan los recursos naturales en África en una medida que no tiene
precedentes en la historia. Utilizan los recursos que se han ido acumulando durante
un largo periodo, sin que les importe que puedan dejar a las generaciones futuras
sin medios de subsistencia. Esta explotación temeraria del medio ambiente tiene un
impacto negativo en los africanos y amenaza sus perspectivas de vivir en paz.
La
degradación medioambiental en África está ligada a este problema. Se destruyen áreas
enteras a causa de la deforestación, el derrame de petróleo o el vertido de deshechos
tóxicos, de contenedores de plástico y productos de celofán. Además, la erosión provocada
por el hombre se lleva por delante las tierras agrícolas, destruye los caminos y obstruye
las fuentes de suministro de agua. Estos factores empobrecen las comunidades africanas,
aumentando las tensiones y los conflictos.
Los dones de la creación proceden
de un Padre bondadoso. Toda generación las necesita para su sustento. Deben ser cuidadas
(Gn 2, 15) y utilizadas con moderación. Los actuales desafíos ecológicos son el resultado
de los pecados del hombre: egoísmo, codicia, falta de sensibilidad hacia los daños
medioambientales e incapacidad de cuidar de la tierra.
La Iglesia en África
tiene que estimular una “conversión ecológica” mediante una intensa educación. Debe
educar a los africanos en una mayor sensibilidad al creciente desastre causado por
los daños medioambientales y a la necesidad de reducirlo. Tiene que conseguir que
todos sean cada vez más conscientes de que las generaciones futuras tienen el derecho
de vivir en un ambiente intacto y sano, y de gozar de sus recursos.