2009-10-07 17:51:41

Intervención de Mons. Giovanni Innocenzo MARTINELLI, Obispo titular de Tabuda (LIBIA)


S. E. R. Mons. Giovanni Innocenzo MARTINELLI, O.F.M., Obispo titular de Tabuda, Vicario Apóstolico de Tripoli (LIBIA)



Sabemos que en el continente africano existen más de 10 millones de desplazados, de emigrantes en búsqueda de una patria, una tierra de paz.

El fenómeno de este éxodo revela un rostro de injusticia y de crisis sociopolítica en África. Nosotros, en Libia, vivimos toda la tragedia de este fenómeno: llegar a Libia por haber sido rechazado en Europa...

Cada año entran en Libia millares de inmigrantes, procedentes de los países del África subsahariana. La mayoría de ellos se salvan de la guerra y la pobreza que vive su país y vienen a Libia, donde buscan un trabajo para ayudar a sus familias, o bien, el modo de pasar a Europa con la esperanza de encontrar allí una vida mejor y más segura. Muchos de ellos se han dejado engañar por la promesa de un trabajo bien pagado y se ven obligados a realizar trabajos mal pagados y peligrosos, o bien, no encuentran ninguno en absoluto. Muchas mujeres a las que han hecho venir al país se ven obligadas a ejercer la prostitución o son esclavizadas. Todos los inmigrantes ilegales corren el riesgo de acabar en la cárcel, ser deportados o cosas peores, y no pueden acceder a ningún tipo de asistencia legal, ni a los servicios sanitarios públicos.

En Libia existen distintos centros de acogida de clandestinos, pero todos los que acuden al Centro de Servicio Social de la Iglesia son originarios de Eritrea o de Nigeria, etíopes, sudaneses y congoleños.

La inmigración es para muchos una tragedia, sobre todo porque estas personas son víctimas de tráficos, de explotación (especialmente, las mujeres) y del desprecio de los derechos humanos. Pero damos gracias al Señor por su testimonio cristiano. Se trata de una comunidad que sufre, que busca, de una comunidad precaria, pero rebosante de alegría en la expresión de la fe. Y son quienes, en un contexto social y religioso de carácter musulmán, hacen creíble a la Iglesia y vivo el diálogo de la vida con muchos musulmanes. Son nuestra Iglesia de Libia, peregrina y extranjera, luz de Jesús y sal para los que nos rodean.

Pido a su pastor que no les olvide en este éxodo forzado.







All the contents on this site are copyrighted ©.