Intervención de Mons. Berhaneyesus Demerew SOURAPHIEL, Arzobispo Metropolita de Addis
Abeba (ETIOPÍA)
S. E. R. Mons. Berhaneyesus Demerew SOURAPHIEL, C.M., Arzobispo Metropolita de Addis
Abeba, Presidente de la Conferencia Episcopal, Presidente del Consejo de la Iglesia
Etiópica (ETIOPÍA)
Espero que este Sínodo para África estudie la raíz
de las causas del tráfico de seres humanos, el problema de los desplazados, los trabajadores
domésticos explotados (especialmente, las mujeres en Oriente Medio), los refugiados
y los emigrantes, especialmente los africanos que llegan en las pateras y las personas
que piden asilo, y que elabore posiciones y propuestas concretas para mostrar al mundo
que la vida de los africanos es sagrada y no de poco de valor, como en cambio parece
que la presenten y la vean muchos medios de comunicación.
Como es sabido, la
Unión africana (UA) tiene su sede en Addis Abeba, donde fue fundada. La UA es el foro
de los líderes políticos africanos. Es útil saber que casi el 50% de los miembros
de la UA pertenecen a la Iglesia Católica. Hasta ahora, el Nuncio Apostólico en Etiopía
fue invitado a participar como observador en las asambleas generales de la UA cuando
tienen lugar en Addis Abeba. Tengo la esperanza de que la Santa Sede nombre a un representante
permanente ante la UA, que participe en todas las reuniones cada vez que se celebren
y que pueda mantener un contacto personal con los miembros católicos de esta importante
institución.
Este representante especial debería, preferiblemente, contar con
las mismas credenciales diplomáticas que un Nuncio Apostólico. Sería nombrado para
dedicarse completamente a su misión y para estar siempre disponible, tanto para participar
en las reuniones como para encontrarse con las personas que ejercen una influencia
determinante en el proceso de toma de decisiones.
También en la UA, hace falta
un representante del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar
(SECAM), por lo menos como observador, a fin de que la Iglesia católica en África
tenga una voz en la UA, que aliente a los fieles laicos católicos que trabajan en
este organismo.
Por nuestra parte, como Iglesia local en Etiopía, nos comprometemos
a acoger lo mejor posible a estos representantes especiales de la Santa Sede o del
SECAM y, si desearan residir en Addis Abeba, facilitar su trabajo y colaborar con
su misión. Estoy seguro de que la Unión Africana estaría dispuesta a aceptar a estos
representantes y de que los miembros laicos católicos de este organismo se sentirían
especialmente apoyados por la Iglesia católica en su misión.