El Papa se despide de Castelgandolfo e invita a seguir el ejemplo de santa Teresita
en contraste con el “racionalismo y el materialismo" actual
Jueves, 1 oct (RV).- Al final de esta mañana, Benedicto XVI se ha despedido de las
autoridades civiles, militares, comunidades religiosas y de todos los que trabajan,
en el Palacio Apostólico y en las Villas Pontificias de Castelgandolfo, en particular
durante su estancia veraniega.
En sus palabras de profunda gratitud, el Papa
ha señalado que estos meses le han dado la posibilidad de constatar de cerca la generosa
entrega y el competente empeño que brindan tantas personas para asegurar asistencia,
tanto al Pontífice como a sus colaboradores, a los huéspedes y a los peregrinos que
llegan a visitar al Santo Padre. En especial los domingos, para la cita tradicional
del rezo mariano del Ángelus.
Tras dirigir su saludo y agradecimiento, con
palabras de especial aprecio, a todos y a cada uno, Benedicto XVI ha hecho hincapié
en la importancia del testimonio de Santa Teresita de Lisieux, que la Iglesia recuerda
precisamente hoy.
«Su testimonio muestra que sólo la Palabra de Dios, acogida
y comprendida en sus exigencias concretas, llega a ser manantial de vida renovada»,
ha recordado el Santo Padre, destacando en particular la actualidad – ante el racionalismo
y el materialismo - de este mismo testimonio de confianza plena en el Amor de Dios,
que nunca abandona:
«A nuestra sociedad, a menudo impregnada de una cultura
racionalista y de un difundido materialismo práctico, la pequeña Teresita de Lisieux
indica, como respuesta a los grandes interrogativos de la existencia, el ‘caminito’,
que sin embargo mira a lo esencial de las cosas. Es la senda del amor, capaz de envolver
y dar sentido y valor a toda vivencia humana. Queridos amigos, seguid el ejemplo de
esta Santa. El camino que ella recorrió está al alcance de todos, porque es el camino
de la confianza total en Dios, que es Amor y nunca nos abandona».