Benedicto XVI advierte al mundo académico que una comprensión de la razón que relega
la religión a una subcultura no podrá entablar el necesario dialogo entre las culturas
Domingo, 27 sep (RV).- El Papa, ante una nutrida platea de profesores, docentes y
estudiantes de las universidades de la República Checa, recordó el origen cristiano
de las universidades europeas y lamentó que su tradición formativa, abierta a lo trascendente,
haya cedido a la reductiva ideología materialista, la represión de la religión y la
opresión del espíritu humano, abandonando su misión de iluminar las mentes y los corazones
de los jóvenes de hoy.
Benedicto XVI tras agradecer las palabras del rector
magnifico de la Universidad Carlo de Praga y el saludo de uno de los estudiantes manifestó
su estima por el papel indispensable que cumplen las universidades como sostén de
los valores culturales y espirituales y su servicio en el enriquecimiento del patrimonio
intelectual de las naciones y su futuro desarrollo.
Pero en particular, el
Pontífice reconoció la labor de los estudiosos que guiados por la búsqueda de la libertad
fueron protagonistas de los grandes cambios, que en los últimos veinte años, han transformado
a la sociedad checa. “Una diaconía de la verdad” con la que el Papa se identificó
tras sus largos años como académico.
“Quien les habla ha sido un profesor,
atento al derecho de la libertad académica y a la responsabilidad por el uso auténtico
de la razón, y ahora es el Papa que, en su rol de Pastor, es reconocido como voz competente
para la reflexión ética de la humanidad”.
Tras esta afirmación, el Santo Padre
aclaró que si bien hay quienes consideran “que las preguntas elevadas por la religión,
la fe y la ética no tiene lugar en el ámbito de la razón pública, esta visión no es
para nada evidente”, en cuanto la libertad es la base del ejercicio de la razón y
tiene el objetivo preciso de la búsqueda de la verdad, y como tal, expresa una dimensión
propia del cristianismo.
El Pontífice explicó que precisamente la sed de conocimiento
del hombre que empuja a cada generación a ampliar el concepto de razón y a alimentarse
de la fuente de la fe, llevaron al cristianismo a crear las universidades, la misma
convicción, que condujo a Clemente VI a instituir, en 1347, la universidad Carlo,
la primera y más famosa de la Europa central.
El Papa aclaró que la autonomía
propia de una universidad, e incluso de cualquier institución educativa, encuentra
su significado en su capacidad de hacerse responsable frente a la verdad, y sin embargo
ésta autonomía puede ser banalizada por diversas razones.
“La gran tradición
formativa, abierta a lo trascendente, que es el origen de las universidades en toda
Europa, ha sido sistemáticamente subvertida, en esta tierra y en otras, por la reductiva
ideología del materialismo, por la represión de la religión y la opresión del espíritu
humano. Y sin embargo, en 1989, el mundo fue testigo dramáticamente del derrumbe de
una ideología totalitaria fracasada y el triunfo del espíritu humano”.
En
este contexto, Benedicto XVI subrayó que el anhelo por la libertad y por la verdad,
forma parte inalienable de nuestra humanidad, y eso no podrá nunca ser eliminado y
– como lo demuestra la historia, puede ser negado sólo poniendo en peligro a la humanidad
misma.
Hablando a los rectores y profesores, el Papa recordó que un aspecto
esencial de la misión de la universidad es la responsabilidad de iluminar las mentes
y los corazones de los jóvenes, con una instrucción que no consiste en la mera acumulación
de conocimientos y habilidades, sino en una formación humana en las riquezas de una
tradición intelectual orientada una vida virtuosa.
“Debe ser reconquistada
la idea de una formación integral, basada en la unidad del conocimiento radicado en
la verdad. Esto puede contrastar la tendencia- tan evidente en la sociedad contemporánea-
hacia la fragmentación del saber. Con el masivo crecimiento de la información y de
la tecnología nace la tentación de separar la razón de la búsqueda de la verdad”.
El Papa advirtió que la razón, una vez separada de la fundamental orientación
humana hacia la verdad puede perder su dirección, puede conformarse con lo parcial
y lo provisional, o bajo la apariencia de certezas, dar un valor igual a todo. “El
relativismo que de ello se deriva- afirmó el Pontífice- genera un camuflaje detrás
del cual pueden esconderse nuevas amenazas a la autonomía de las instituciones académicas”.
Y precisamente hablando de esta pérdida de autonomía el Santo Padre preguntó: “¿Si
por un lado ha pasado el período de la injerencia derivada del totalitarismo, no es
quizás también verdad, por otro lado, que frecuentemente hoy en el mundo el ejercicio
de la ración y la investigación académica están obligados- de manera sutil y a veces
no tan sutil- a plegarse a las presiones de grupos de intereses ideológicos y al llamado
de objetivos utilitaristas a corto plazo o sólo pragmáticos?”
El Papa también
se planteó qué podría pasar si nuestra cultura debiera construir solamente sobre argumentos
de moda, o sobre convicciones que ignorando la tradición intelectual histórica, son
ruidosamente promovidas y fuertemente financiadas. Su respuesta fue que sin duda
nuestras sociedades no serán más razonables, tolerantes o dúctiles, sino más bien
frágiles, teniendo que hacer cada vez más esfuerzo para reconocer que es lo verdadero,
lo noble y lo bueno.
Al concluir, Benedicto XVI reiteró la necesidad de retomar
una visión humanística de la universidad, la necesidad de superar esa supuesta fractura
entre la ciencia y la religión, y para ello recordó la postura de su predecesor Juan
Pablo II quien promovió una plena comprensión de la relación entre fe y razón, entendidas
como “dos alas con las cuales el espíritu humano es elevado a la contemplación de
la verdad.
“Una comprensión de la razón sorda a lo divino, que relega a las
religiones en el reino de las subculturas, es incapaz de entrar en ese diálogo de
las culturas del cual nuestro mundo tiene tanta necesidad. En fin, la fidelidad del
hombre exige la fidelidad a la verdad que por si sola es garantía de libertad”.