El Papa recuerda durante el Ángelus, que quien no ama al prójimo con corazón puro
y generoso, no es un verdadero creyente
Domingo, 13 sep (RV).- “¿Quién es para ti Jesús de Nazaret?”. “¿Tu fe se traduce en
obras o no?”. Con estas dos preguntas ha dado inicio hoy Benedicto XVI su alocución
previa al rezo mariano del Ángelus que ha presidido desde el palacio apostólico de
Castel Gandolfo. Ante cientos de fieles, el Pontífice ha respondido a la primera pregunta
recordando las palabras de Pedro: “Tú eres el Cristo”, es decir, el Mesías, el consagrado
de Dios mandado para salvar a su pueblo. “Pedro y los demás apóstoles, a diferencia
de la mayor parte de la gente, creen que Jesús no sólo es un gran maestro, o un profeta,
sino que es mucho más. Tienen fe: creen que en Él está presente y obra Dios”.
Tras
esta demostración de fe, cuando Jesús por primera vez anuncia abiertamente que será
asesinado, el propio Pedro se opone a esta perspectiva de sufrimiento y de muerte.
En este sentido, el Papa ha explicado que Jesús tuvo que hacerles entender que “no
basta creer que Él es Dios, sino que movidos por la caridad, es necesario seguirle
en su camino, el de la cruz”.
“Jesús no ha venido a enseñarnos una filosofía
–ha enfatizado Benedicto XVI- sino a mostrarnos un camino, el camino que nos conduce
a la vida. Este camino es el amor, que es la expresión de la verdadera fe. Si uno
ama al prójimo con corazón puro y generoso, quiere decir que conoce verdaderamente
a Dios. Si en cambio uno dice que tiene fe, pero no ama a sus hermanos, no es un verdadero
creyente”.
Seguidamente el Papa ha recordado las palabras de san Juan Crisóstomo,
uno de los grandes Padres de la Iglesia, que el calendario litúrgico nos invita hoy
a recordar: “uno puede tener una recta fe en el Padre y en el hijo, así como en el
espíritu Santo, pero si no sigue la recta vía, su fe no le servirá para la salvación”.
Y
antes de finalizar su alocución mariana, el Pontífice ha recordado a todos los presentes,
que mañana se celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, mientras que el
martes se recuerda a la Virgen de los Dolores. Y retomando su reflexión de hoy, Benedicto
XVI ha señalado que “la Virgen María, que creyó en la palabra del Señor, no perdió
su fe en Dios cuando vio a su Hijo ultrajado y puesto en la cruz, sino que permaneció
a su lado, sufriendo y orando, hasta el final. Viendo el alba de su radiosa Resurrección”.
“Aprendamos
de ella –ha invitado el Papa- a testimoniar nuestra fe con una vida de humilde servicio,
preparados a pagar de persona para permanecer fieles al Evangelio de la caridad y
de la verdad, con la certeza que nada de lo que hacemos se pierde”
Y tras el
rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha
saludado, como es tradicional, a todos los presentes en diferentes idiomas. Éstas
han sido sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, especialmente a los fieles de la Parroquia de
la Santa Cruz de Villanueva de la Serena. En el evangelio proclamado este domingo
hemos escuchado a San Pedro hacer una especial profesión de fe en Jesús: “Tu eres
el Mesías”. A lo que el Señor añade que su mesianismo y su misión redentora tienen
que ir unidas al sacrificio de la cruz. Os invito hermanos a acoger con un corazón
bien dispuesto el misterio pascual de Cristo, que nos une íntimamente a su Persona,
en el amor desinteresado a los hermanos y en el servicio humilde a nuestro prójimo.
Muchas gracias y feliz domingo”.