2009-09-03 15:48:59

Reflexiones en familia


Jueves, 3 sep (RV).- ISin duda la comunicación en la pareja se convierte en el todo de la armonía y el entendimiento. Imaginemos a una pareja en la etapa máxima de su enamoramiento. Todo entre ellos es comunicación: se hablan con la mirada, con una y mil frases bonitas, a través de recados, tarjetas, cartas... ¡y hasta por telepatía! La comunicación fluye como el caudal de un río, naturalmente.

Pero, un día... ¿qué pasa? Algo molesto sucede que rompe la comunicación, y de ahí se desencadenan una serie de situaciones tristes, conflictivas, y tan dolorosas que pueden llegar hasta la fractura o el rompimiento total de la relación: esa pareja ha permitido que el ruido se interponga entre ellos.

Si los ruidos en la comunicación de la pareja, crean todo tipo de dificultades y desencuentros, lo mejor es recordar algunos de estos para tener mayor claridad.

Los ruidos que genera el egoísmo pueden ser irreparables. Pensemos en el esposo que llega del trabajo y no puede, o no quiere, desconectarse de los problemas o pendientes que tiene en su empleo y con ello bloquea la comunicación en su familia. Pero también aquella esposa está tan entusiasmada hablando de su clase de cocina que no deja al marido hablar de nada más.

Todos estos casos son muestra de que las personas actúan a veces pensando sólo en sí mismas y esto no resulta justo para los demás. Este tipo de ruido resulta ser el más común. No tiene que ser drástico para que corte la comunicación, basta con que uno de los dos interlocutores -el que habla o el que escucha - no esté realmente con ánimos de conversar para que se impida una verdadera comunicación.

No hay nada que corte más la disponibilidad de una persona para escuchar o en general para conversar y dialogar que una ofensa.

- Te lo dije... suena como un regaño, la sentencia de que mi interlocutor no escucha.

- Siempre que yo... , tú... es la frase que evidencia el contraste, la diferencia, el desacuerdo.

- Nunca me... completamente descalificadota, cierra toda posibilidad.

- ¿Qué?, ¿no entiendes?..... negación de posibilidades, de entendimiento.

Frente a estos postulados, no cabe duda que es muy difícil establecer una conversación abierta y sincera cuando de entrada estamos descalificando a nuestra pareja o interlocutor. Pero atención, que en estas situaciones también cabe el otro propósito de olvidar las fallas que se han cometido en el pasado, como quien dice: "borrón y cuenta nueva", ya que el recordar las ofensas es otra forma de ruido dañino.

El marido "adivinador" es un ruido muy común. Es cierto que muchos años de convivencia permiten a la pareja conocerse mejor, pero aun así, en muchas ocasiones es mejor consultar para saber a ciencia cierta los deseos o pensamientos del otro. Siempre es más conveniente explicar lo mal que me hace sentir cierta decisión, o que se me tenga "tanta consideración", que armar toda una tragedia interiormente. No esperar que me adivinen lo que realmente quiero si no lo digo abierta y tranquilamente.

Por último, el silencio es, en sí mismo, un verdadero bloqueo para la comunicación, porque se puede mal interpretar. Si bien es importante y hasta bueno que haya silencios en tiempos de paz y alegría, hay que estar siempre atentos a que nuestro silencio no represente un conflicto. Los silencios después de un enojo, pueden estar motivados por el orgullo. Si éste es el caso, no debemos dudar en romperlo ya que lo único que está causando es una serie de barreras y rencores que no se eliminan con facilidad.

El que se atreve a romper este tipo de silencio orgulloso, es por lo general, el que tiene mayor humildad y habilidad de comunicación de los dos, y con seguridad también es ...¡el más inteligente!

Escuchemos el programa RealAudioMP3
Texto: Alma García
Locución: Alina Tufani
 







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