Perdonanza y Año Celestiniano: “cuando todo parece perdido, sólo Dios permanece, sólo
su amor va más allá de la muerte”
Viernes, 28 ago (RV).- Benedicto XVI ha mostrado su cercanía a la población de la
localidad italiana del Aquila afectada por el terremoto del pasado 6 de abril que
dejó centenares de muertos y heridos. El mensaje del Papa “de ánimo y confianza” lo
ha expresado esta tarde el cardenal Tarcisio Bertone durante la Homilía en esta localidad,
con la que se ha abierto la Puerta Santa de la Basílica de Collemaggio dando inicio
a la Fiesta del Perdón (Perdonanza), y al Año Celestiniano.
El purpurado ha
recordado el mensaje del Papa cuando visitó el Aquila pocos días después del terremoto,
y haciéndose eco de sus palabras, el cardenal secretario de Estado, ha animado a todos
a “contribuir eficazmente para que esta ciudad y esta tierra, resurjan lo antes posible”.
En este sentido ha expresado su seguridad de que se realizará todo esfuerzo “incluso
a nivel internacional, para que se mantengan las promesas realizadas, dando a las
personas la posibilidad de retomar una vida familiar normal, en sus casas, reconstruidas
y habitables, y una actividad económica y social”.
El purpurado ha señalado
que al celebrar la Perdonanza y el Año Celestiniano en un escenario como el Aquila
donde los efectos del terremoto son todavía visibles, “ayuda a acoger quizá mejor
el valor de esta tradición espiritual”. Y en este sentido ha expresado su deseo de
que el Año Celestiniano “sea un verdadero Año Santo de conversión y de redescubrimiento
de lo que es esencial para nuestra existencia. Porque todo pasa y todo puede perderse
en un instante: sólo Dios, solo su amor, va más allá de la muerte porque Él la ha
vencido en Cristo crucificado y resucitado”.
Deteniéndose después en el significado
de la Perdonanza, el purpurado ha señalado que es un estímulo para percibir “el sentido
verdadero de la penitencia y del ayuno”, invitando después –“especialmente en vuestras
condiciones”- a observar en la prueba de la vida “no el signo del abandono por parte
de Dios, sino la manifestación de su misteriosa cercanía, que nos invita mediante
el dolor y el sufrimiento a no cerrarnos en nosotros mismos, abriéndonos confiados
a su amor, abandonándonos en sus manos de Padre misericordioso”.
Por este motivo
el cardenal Bertone ha recordado que sólo el amor de Dios puede hacer superar las
dificultades, por lo que ha invitado a “renovar nuestra adhesión a Él, dando nuestra
disponibilidad a dejarnos guiar por Él, auténtico Pastor de nuestra almas”.
El
cardenal Bertone ha finalizado su homilía señalando que la fiesta de la Perdonanza
está unida al nombre del Papa Celestino V, muy querido por la población del Aquila.
Precisamente sus reliquias peregrinarán por las diócesis de Los Abruzo y del Molise,
“afianzando la unidad y la comunión entre todas las comunidades cristianas de estas
diócesis, unidad que ya se ha percibido durante estos meses”.
Recordando que
la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo y que unidos a Él formamos todos un solo
cuerpo por lo que cuando un miembro sufre los demás se resienten, el cardenal Bertone
ha evocado las palabras de Benedicto XVI cuando señala que “si una parte se esfuerza
por levantarse, todos participan en su esfuerzo”. “Que esta solidaridad –ha finalizado
el secretario de Estado Vaticano- sea cada vez más fuerte y viva: solidaridad material
hecha de compromiso concreto por la reconstrucción, y espiritual para que de los escombros
del terremoto no sólo nazca una ciudad más moderna y mejor, sino un pueblo lleno de
confianza y decidido a alimentarse siempre del manantial de la fe cristiana, la misma
fe que la Perdonanza Celestiniana consolida”.