Ángelus: inspirado en las reflexiones del Cura de Ars sobre la Virgen, Benedicto XVI
nos invita a todos a consagrarnos a nuestra Madre del Cielo.
Sábado, 15 ago (RV).- Después de la misa de la Asunción, y en horas del mediodía,
Benedicto XVI se dirigió hasta el balcón que da al patio central de la residencia
apostólica de Castelgandolfo, para rezar con los fieles presentes en el Ángelus en
la solemnidad de la Asunción de la Virgen.
En sus palabras antes de la oración,
el Papa dijo que estamos en el centro del mes de agosto, tiempo de vacaciones para
muchas familias y para él también, y día donde la Iglesia celebra la solemnidad de
la Asunción de la Virgen. Señaló que esta es una oportunidad privilegiada para meditar
sobre el sentido último de la existencia humana, ayudados por la liturgia del día
que nos invita a vivir en este mundo siempre orientados a los bienes eternos, para
compartir la misma gloria de María, Nuestra Madre.
Benedicto XVI continuando
sus palabras antes del Ángelus, resaltó la gran devoción que tenía hacia la Virgen
el Santo Cura de Ars. Dijo que sus expresiones dejan ver el celo sacerdotal que movía
a este santo párroco, quien se alegraba mucho al hablar de María a los fieles, y no
se cansaba nunca de hacerlo. Y señaló que también en misterios tan arduos como el
de hoy, la Asunción, él sabía como presentarlo con imágenes eficaces, como por ejemplo:
“El hombre fue creado para el cielo. El demonio rompió la escalera que lo llevaba
hasta allá. Nuestro Señor, con su Pasión, hizo otra escalera. La Virgen está en el
tope de la escalera y la tiene con las dos manos”.
El Pontífice terminó sus
palabras antes del Ángelus diciendo que el Cura de Ars consagró muchas veces su parroquia
a la Virgen, encomendando especialmente a las mamás de hacer lo mismo cada mañana
con sus hijos. El Papa nos invita a todos a hacer lo mismo, a consagrarnos diariamente
a nuestra Madre del Cielo.
Escuchemos el saludo que el Papa dirigió a los
presentes en lengua española