2009-08-06 16:44:56

Concluye en Phoenix la Convención Suprema de los Caballeros de Colón


Jueves, 6 ago (RV).- Con extrema cobertura televisiva los católicos de todo el mundo están siguiendo la edición número 127 de la Convención Suprema de los Caballeros de Colón que se está desarrollando en Phoenix, Arizona, desde el martes pasado y que este jueves concluye. Ocho cardenales, más de ochenta obispos y cientos de sacerdotes concelebraron la Misa que inauguró la centésimo vigésimo séptima convención anual de los más de un millón de miembros de los Caballeros de Colón. Mientras en el internacional están participando miles de Caballeros junto con sus familias.

En la fiesta del santo patrono de los sacerdotes, San Juan Vianney, el pasado 4 de agosto, el obispo de Phoenix, mons. Thomas J. Olmsted presidió la misa inaugural cuya homilía trató sobre el tema de la convención de este año: “Con Pedro en solidaridad con nuestros obispos y sacerdotes”, mientras transcurre el “Año Sacerdotal” declarado por el Papa Benedicto XVI, y dijo que el significado especial que tiene abrir la “Convención Suprema de la mayor organización católica del mundo, fundada por un sacerdote, el padre Michael McGivney” el día en que se festeja a san Juan Maria Vianney. Sin embargo, el prelado se refirió al tema del miedo, que dijo “forma parte de nuestra experiencia humana por lo que todos debemos enfrentar nuestros miedos, los que provocan causas naturales y también otras tormentas, de naturaleza más espiritual y social, que se desatan en nuestro corazón y nuestras relaciones con los demás.”

“Quizás este miedo a las exigencias morales es el mayor de nuestra sociedad actual”, dijo mons. Olmsted, “No cabe duda de que existen otras fuerzas que obstaculizan la fe, como el relativismo y el escepticismo, la seducción del materialismo y el placer. Pero, cuando se siguen, estas falsas ideologías siempre dejan el corazón inquieto y el espíritu sediento de más.” No obstante, “los seguidores de Cristo no debemos temer, porque, como dijo el ángel a María “no haya nada imposible para Dios”.

En la página oficial de Los Caballeros de Colón (www.kofc.org), hoy se destacan las palabras pronunciadas por el invitado especial a la Convención Suprema de los Caballeros de Colón, el prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, cardenal William Joseph Levada quien en su homilía de ayer miércoles, memorial de la dedicación de la basílica de Santa María la Mayor, distinguió que en las sociedades que se vuelven cada más seculares y tecnológicas, los Caballeros de Colón, junto con todos los católicos, deben dar testimonio de que solo la palabra de Dios puede otorgar una “renovación de vida” que satisfaga el corazón humano. La Misa estuvo presidida por el cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington.

El cardenal Levada dijo que la Ciudad de Dios, la “Nueva Jerusalén” que descenderá del cielo al final de los tiempos como prometen las Escrituras, no está construida por manos humanas. “Desciende del cielo hacia nosotros, pero no construimos el cielo en la tierra; simplemente preparamos el sitio para dar la bienvenida a la Nueva Jerusalén que nos viene de Dios”. El purpurado sugirió algo que, a su parecer, se aplica particularmente a los católicos norteamericanos y que es lo siguiente: “A pesar de las numerosas bendiciones y la riqueza material de Estados Unidos, señaló, en ocasiones esta abundancia puede hacer que las personas sean ciegas a nuestra total dependencia de Dios, y a la necesidad de tratar de cumplir con su voluntad en primer lugar y siempre”.







All the contents on this site are copyrighted ©.