“Una hora de paraíso”: así define el Papa el concierto a él dedicado por la Orquestra
de Cámara de Baviera de Bad Bruckenau
Lunes, 3 ago (RV).- Ayer por la tarde el Papa participó en el concierto que tuvo lugar
en su honor en el patio interior del palacio apostólico de Castelgandolfo, a cargo
de la Orquestra de Cámara de Baviera de Bad Bruckenau dirigida por el oboísta, Albrecht
Maier que interpretó obras de Bach, Mozart y Britten.
Benedicto XVI describió
la fascinación de las músicas escuchadas con la capacidad casi evangélica de los compositores
de “sacar fuera de sus tesoros lo viejo y lo nuevo” transformando en “nueva luz las
potencialidades de cuanto ya se había dado”. El Papa definió la hora de concierto
que le permitió gustar “la incontaminada belleza y bondad de la creación”, como “Una
hora de paraíso”. “La bondad y la belleza de la Creación de Dios -afirmó al final
del concierto- derrotarán las devastaciones del mundo”.
El Santo Padre hablando
en alemán agradeció a los músicos y se excusó porque por primera vez no pudo aplaudir
después de un concierto tan bello a causa del pequeño percance que sufrió en la mano
derecha. El Pontífice manifestó su admiración por el hecho de que de un sencillo pedazo
de madera, como es el oboe, pueda “surgir un entero cosmos musical: desde lo abismalmente
profundo a lo alegre; de lo serio a lo chispeante; de lo sublime a lo humilde” manifestando
“cuán extraordinario es que tras un minúsculo trocito de Creación se esconda una gran
promesa, si el maestro es capaz de mantenerla.