Santa Sede/ONU: rechazo de la acción militar ante los conflictos
Viernes, 31 jul (RV).- La Santa Sede llama a la comunidad internacional a una acción
preventiva no-violenta ante los conflictos, poniendo énfasis en la mediación y el
diálogo antes que la acción militar. Así lo expresó el Observador Permanente de la
Santa Sede ante la ONU, monseñor Celestino Migliore, en su intervención ante la Reunión
Plenaria sobre implementación de responsabilidades y protección de los pueblos frente
a genocidios, crímenes de guerra, limpiezas étnicas y crímenes contra la humanidad.
En esta responsabilidad de proteger a los pueblos de la aberración de la violencia,
monseñor Migliore extendió su llamado a los líderes religiosos, pues como explicó,
“demasiado a menudo en muchas regiones la intolerancia, étnica, racial y religiosa
ha dado pie a la violencia y a la matanza de la gente”. “La explotación de la fe
para fomentar la violencia –subrayó el prelado- es una corrupción de la fe y de las
personas”.
Monseñor Migliore añadió que los líderes religiosos están llamados
a rechazar esa mentalidad porque la fe debería ser vista como una razón para unir
antes que dividir, y porque justamente a través de la fe es cuando las comunidades
y los individuos logran encontrar la fuerza para perdonar, de modo que pueda surgir
la paz verdadera.
En su intervención, el Observador de la Santa Sede recordó
los tres niveles de acción planteados en la reunión de jefes de Estado y de gobierno,
que hace cuatro años, solicitó al sistema de Naciones Unidas respuestas concretas
sobre la responsabilidad de proteger a los pueblos contra los genocidios, limpiezas,
étnicas y delitos contra la humanidad.
La primera prioridad es la de los
gobiernos nacionales que deben proteger a los individuos y a las poblaciones contra
las atrocidades. Cuando las autoridades nacionales y locales no pueden intervenir
para proteger a sus civiles, es la comunidad internacional que en una segunda instancia
interviene para proteger a poblaciones contra violaciones serias de derechos humanos
y la ley humanitaria.
No obstante, monseñor Migliore advirtió que si bien la
comunidad internacional tiene la responsabilidad de intervenir cuando las autoridades
nacionales no pueden actuar, desafortunadamente sus medidas se han centrado más en
el uso de la violencia para prevenir o detener la violencia, en lugar de usar alternativas
no violentas de prevención. “La mediación y el arbitraje obligatorios –afirmó el prelado-
son una oportunidad para que la comunidad internacional intervenga para prevenir la
violencia”.