Martes, 28 jul (RV).- Este 28 de julio, Perú conmemora la declaración de independencia
con la Misa del Te Deum, en la catedral, presidida por el arzobispo de Lima, cardenal
Juan Luis Cipriani y en la que participan, como cada año, importantes personalidades
de la vida política y social del país, entre ellas, el presidente de la República
,Alan García, el presidente del congreso, del poder judicial, integrantes del gabinete
ministerial y miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
Para
la ocasión, el presidente de la Conferencia Episcopal peruana y arzobispo de Trujillo
Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte difundió un mensaje que, bajo el título: “El hombre
es ante todo el autor, el centro y el fin de toda la vida económica y social” reafirma
que “no hay desarrollo pleno ni bien común, sin el bien espiritual y moral de las
personas". El presidente del episcopado peruano ratifica que para que el desarrollo
sea pleno e integral son necesarios "hombres rectos que sientan en su conciencia la
llamada del bien común".
Además de un fuerte llamamiento a pensar
en opciones económicas que no hagan aumentar las desigualdades que son moralmente
inaceptables, el arzobispo de Trujillo invita a promover la vida y la familia, especialmente
entre los jóvenes, como bases para un verdadero y sano progreso social. Por último,
el presidente del episcopado saluda a todos los peruanos que están fuera del país
y pide para ellos el respeto a sus derechos fundamentales inalienables en cualquier
situación.
México/Honduras
Los obispos de México
se mostraron favorables a una solución "de concordia y de paz" a la crisis política
que vive Honduras, desde que fuera depuesto el presidente Manuel Zelaya y designado
en su lugar Roberto Micheletti de forma interina. En una carta dirigida al arzobispo
de Tegucigalpa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, el presidente de la Conferencia
del Episcopado Mexicano (CEM), monseñor Carlos Aguiar, elogia el llamado de su homólogo
"a todo el pueblo hondureño a la calma". La misiva, dirigida al cardenal hondureño,
expresa la solidaridad de los mexicanos con el país centroamericano y reconoce que
la situación es compleja y difícil de entender "especialmente desde el exterior".
El documento termina haciendo un llamado a la oración para que, en medio de la crisis,
Jesucristo "llene de sabiduría y fortaleza, y les conceda la reconciliación y la paz"
a todo Honduras.