Fundación P. Progressio analiza la importancia de las culturas indígenas
Lunes, 27 jul (RV).- La importancia de mantener la cultura y tradiciones de los pueblos
indígenas, el tema que hoy afrontaremos siguiendo de cerca el desarrollo de la reunión
anual del Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio que hoy ha
dado inicio en la archidiócesis alemana de Paderborn.
Durante esta reunión,
se analizarán las ayudas destinadas en favor de las comunidades indígenas, mestizas,
afroamericanas y campesinas de América Latina y del Caribe. En este sentido, la ONU
ha querido recordar también el valor de estas comunidades destinando un Día Internacional
a los Pueblos Indígenas, el próximo 9 de agosto.
El año 2007 marcó un hito
para los pueblos indígenas, ya que el 13 de septiembre, la Asamblea General de las
Naciones Unidas adoptó la Declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos
indígenas después de más de 20 años de negociaciones. La Declaración trata tanto de
derechos individuales como colectivos, y en ella se establecen normas mínimas para
la supervivencia, la dignidad, el bienestar y el respeto de los derechos de los pueblos
indígenas del mundo.
Durante su viaje a América Central en 1983, Juan Pablo
II se dirigió en especial a los indígenas, a quienes recordó que sus culturas “son
riqueza de los pueblos, medios eficaces para transmitir la fe, vivencias de vuestra
relación con Dios, con los hombres y con el mundo. Merecen, por tanto, el máximo respeto,
estima, simpatía y apoyo por parte de toda la humanidad. Esas culturas, en efecto,
han dejado monumentos impresionantes –como los de los mayas, aztecas, incas y tantos
otros– que aún hoy contemplamos asombrados”.
La amenaza de extinción que se
cierne sobre las culturas de las poblaciones indígenas es una realidad que no ha dejado
indiferente a la ONU. En total, estas poblaciones suman unos 350 millones de personas
repartidas en más de 70 países del mundo y representan más de 5.000 lenguas y culturas
diferentes. A pesar de la riqueza proporcionada por estas culturas ancestrales, a
menudo éstas se encuentran marginadas y privadas de los derechos humanos básicos,
particularmente de los derechos culturales.
La Santa Sede ha puesto como prioridad
la lucha por los derechos de los indígenas a través de la creación de la “Fundación
Populorum Progressio”, al servicio de los indígenas y campesinos de América Latina
creada por Juan Pablo II en 1992, año en el que se celebraba el V Centenario del comienzo
de la evangelización del continente americano y se reunía la IV Asamblea general del
Episcopado latinoamericano.
La Fundación, con la ayuda de las ofertas de benefactores
de todo el mundo, ofrece financiamiento a proyectos que tienen como objetivo el desarrollo
humano integral. Este año se han presentado un total de 231 proyectos, pertenecientes
a 20 países.
“Esta fundación – dijo el Papa en esa ocasión - quiere ser un
gesto de amor solidario de la Iglesia hacia las personas que se encuentran abandonadas
y tienen mayor necesidad de protección, como son las poblaciones indígenas, mestizas
y afro-americanas, dando así continuidad a la iniciativa de mi augusto predecesor”,
en referencia a la obra iniciada por el Papa Pablo VI al instituir un fondo para
ayudar a los campesinos pobres y para promover la reforma agraria, la justicia social
y la paz en América Latina, de acuerdo con las orientaciones emanadas de los Episcopados
de ese continente.
Por este motivo la celebración del Día Internacional de
los Pueblos Indígenas el próximo 9 de agosto, y la reunión de la Fundación Populorum
Progressio se convierten en acontecimientos de importancia crucial para la defensa
de las culturas indígenas que son patrimonio de la humanidad.