Ángelus: “el deber educativo de los abuelos es cada vez más importante, cuando los
padres no aseguran una adecuada presencia al lado de los hijos en la edad de crecimiento”
Domingo, 26 jul (RV).- “Agradezco a Dios que me ha concedido la felicidad de estas
jornadas marcadas por el reposo, a pesar de mi pequeño incidente que ya conocéis y
que podéis ver”. Con estas palabras Benedicto XVI ha saludado a los fieles que le
han acogido entre aplausos y canciones, durante el Ángelus celebrado en las montañas
del Valle de Aosta.
Benedicto XVI se ha detenido a reflexionar, durante su
alocución previa al rezo mariano del Ángelus, sobre la memoria que hoy se celebra
de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen y por lo tanto, abuelos de Jesús.
Ante esta conmemoración, el Papa ha dirigido su pensamiento a los abuelos y a la importancia
de la educación, que tiene un lugar fundamental en la pastoral de la Iglesia.
En
particular, el Papa ha invitado a rezar por los abuelos que en la familia “son los
depositarios y a menudo testigos, de los valores fundamentales de la vida”. “El deber
educativo de los abuelos –ha enfatizado el Pontífice- es cada vez más importante,
y todavía lo es más, cuando por diferentes razones, los padres no son capaces de asegurar
una adecuada presencia al lado de los hijos en la edad de crecimiento”. En este sentido,
el Santo Padre ha confiado a la intercesión de santa Ana y san Joaquín, todos los
abuelos del mundo, dirigiéndoles una bendición especial.
Asimismo el Santo
Padre ha reflexionado esta mañana sobre la página evangélica de hoy dedicada al cuarto
capítulo de Juan, en el que se habla del milagro de los panes, del prodigio del Señor
que caminó sobre las aguas del lago en tempestad, y del discurso en el que Él se rebela
como “el pan de vida”.
En este Año Sacerdotal, Benedicto XVI ha enfatizado
que el texto de Juan lleva a los sacerdotes, a reflejarse en los apóstoles, preguntándose:
¿Dónde podré encontrar el pan para tanta gente?, ¿Quién soy yo?, ¿Cómo puedo con mis
límites ayudar a Jesús en su misión?. “La respuesta la da el Señor –ha dicho el Papa-
poniendo en sus manos ‘santas y venerables’ el poco que ellos son, los sacerdotes,
nosotros los sacerdotes nos transformamos en instrumentos de salvación para muchos,
¡para todos!”.
Y tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles
difuntos, Benedicto XVI ha saludado a todos los presentes en varios idiomas deseando
unas felices vacaciones para todos, y deteniéndose en particular a saludar a las hermanas
de la Caridad de Santa María reunidas en Capítulo General. “Queridas hermanas –ha
dicho el Papa- tomad de vuestro carisma la linfa para ser signo del amor del Señor
al servicio de los pobres y los jóvenes, imitando a María, modelo de caridad y Madre
del Buen Consejo.
En polaco el Pontífice ha agradecido las muestras de afecto
que desde este país le han llegado tras el pequeño accidente, mientras que en italiano
ha saludado a todos los presentes y en especial, a la comunidad africana de Turín.
En español ésta ha sido el saludo del Papa: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española que han participado en esta oración mariana, así
como a cuantos se han unido a nosotros a través de la radio y la televisión. Invito
a todos a que, a ejemplo de María, seáis dóciles a la voluntad de Dios, para dar testimonio
del amor infinito que tiene a todos. Feliz domingo”.
Saludo del obispo
de Aosta El obispo de Aosta, monseñor Giuseppe Anfossi, ha saludado
al Papa antes del rezo del Ángelus, el último que preside desde esta región donde
el Pontífice ha estado descansando desde el pasado 13 de julio. Agradeciendo su
presencia y deseándole “buena salud y serenidad”, y haciendo referencia al pequeño
incidente que tuvo Benedicto XVI que le provocó la rotura de su muñeca derecha, el
prelado ha alabado en especial la visita que el Santo Padre realizó el viernes pasado
a la catedral de Aosta para presidir las Vísperas.
El Valle de Aosta ha recibido
al Papa en trece ocasiones, como enumeró Mons. Anfossi, un hecho que “nos confirma
en la fe” y “nos lleva a escuchar con detenimiento sus palabras”. En este sentido
el obispo valdostano ha elogiado la última encíclica social de Benedicto XVI, Caritas
in Veritate: “tenemos el deber de prestar atención a lo que usted, Santo Padre, dice
y escribe. La encíclica es un llamamiento a profundizar, a estudiar con más detenimiento,
y a meditar religiosamente”.