Benedicto XVI reitera el firme compromiso de la Iglesia católica en favor de la unidad
plena en su bienvenida a la delegación del Patriarca Bartolomé I
Sábado, 27 jun (RV).- «Os llegue la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre,
y del Señor Jesucristo» (Ef 1,2). Con estas palabras con las que «san Pablo - Apóstol
de Jesucristo por la voluntad de Dios – se dirigía a los santos que creen en Cristo
Jesús» (Ef 1,1), Benedicto XVI ha acogido cordialmente - en el Palacio Apostólico
- a los miembros de la delegación del Patriarca Ecuménico, Su Santidad Bartolomé
I, a los que el Papa ha invitado a almorzar y que han viajado a Roma para participar
como es tradicional en la fiesta patronal de San Pedro y San Pablo, así como en la
clausura del Año Paulino.
En su bienvenida a estos venerables hermanos,
el Papa ha recordado con gran alegría la presencia, el año pasado, del mismo Patriarca
Bartolomé, que quiso honrar con su participación la apertura del jubileo del bimilenario
del nacimiento de san Pablo, «año de oración, de reflexión y de intercambio de gestos
de comunión entre Roma y Constantinopla».
Como fue también la misión
de la delegación pontificia en las celebraciones organizadas por el patriarcado ecuménico,
ha destacado Benedicto XVI, invitando una vez más a perseverar en el anhelo de la
unidad plena.
«Y no podría ser de otra manera, en especial en este
año consagrado a san Pablo, que recomendaba con vigor ‘conservar la unidad del Espíritu
mediante el vínculo de la paz.’ Enseñándonos que ‘hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu’»
(Ef 4, 3-4). Tras hacer hincapié en su alegría por celebrar en la concordia la fiesta
de san Pedro y san Pablo - que la tradición ortodoxa invoca como aquellos que ocupan
el primer lugar entre los apóstoles y como ‘maestros de ecumene’ - Benedicto XVI ha
reiterado el compromiso de la Iglesia católica en favor de la comunión plena:
«Por
medio de vuestra presencia, que es signo de fraternidad eclesial, recordáis nuestro
compromiso común en la búsqueda de la comunión plena. Ya lo sabéis, pero tengo el
placer de confirmarlo hoy - una vez más - que la Iglesia católica se propone contribuir
de todas las formas que le sea posible en el restablecimiento de la unidad plena,
respondiendo a la voluntad de Cristo para con sus discípulos y en memoria de las enseñanzas
de Pablo, que nos recuerda que hemos sido llamados a ‘una misma esperanza’».
En
este contexto, Benedicto XVI se ha referido a la comisión mixta internacional para
el diálogo teológico entre ortodoxos y católicos: «Podemos considerar con confianza
la buena marcha de los trabajos de la Comisión mixta internacional para el diálogo
teológico entre ortodoxos y católicos. La reunión del próximo mes de octubre, como
sabéis, afrontará un tema crucial para las relaciones entre Oriente y Occidente, como
es el ‘papel del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el curso del primer
milenio’. El estudio de este aspecto es, en efecto, indispensable para poder profundizar
globalmente esta cuestión en el marco actual de la búsqueda de la comunión plena».
Destacando
que esta comisión - que ya ha cumplido un trabajo importante, será acogida generosamente,
en un clima de fraternidad y oración, por la Iglesia ortodoxa de Chipre, a la que
el Papa ha querido expresar su profunda gratitud - Benedicto XVI ha asegurado que
acompaña el diálogo con sus oraciones y que toda la Iglesia católica ruega también
por la superación de las incomprensiones entre los ortodoxos: «Deseo que los participantes
en el diálogo católico y ortodoxo sepan que mis oraciones los acompañan y que este
diálogo cuenta con el apoyo pleno de toda la Iglesia católica. De todo corazón, deseo
que las incomprensiones y tensiones surgidas entre los delegados ortodoxos, durante
las últimas sesiones plenarias de esta comisión, sean superadas en el amor fraterno,
de forma que este diálogo cuente con mayor representación ortodoxa».