Balance del Año Paulino: el Papa envía siete delegaciones pontificias a los lugares
principales relacionados directamente con el Apóstol Pablo
Viernes, 26 jun (RV).- El Año Paulino finaliza pero los beneficios espirituales que
ha suscitado en todo el mundo y las transformaciones que ha producido deben continuar.
Así lo ha manifestado el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo en un encuentro
informativo sobre el balance general de este Año Paulino que termina.
Además
de las iniciativas pastorales, catequesis, promociones culturales que están destinadas
a continuar en todos los continentes, el cardenal ha anunciado que precisamente en
estos días el Santo Padre ha enviado siete delegaciones pontificias, presididas por
un cardenal, a los siete lugares principales relacionados directamente con el Apóstol
Pablo: Tierra Santa, Damasco, Tarso, Chipre, Atenas, Malta y Líbano. Unas misiones
que no tienen únicamente la finalidad de dar gracias a Dios y solemnizar el acontecimiento,
sino que también pretenden invitar a continuar en la promoción y el desarrollo de
todas aquellas iniciativas que en el Año Paulino ha suscitado en beneficio de la fe
de todos los cristianos y para continuar promocionando el camino irreversible de la
unidad de los cristianos.
Con la clausura del Año Paulino y el inicio del Año
del Sacerdocio, recién inaugurado por Benedicto XVI, ha especificado el purpurado,
subyace una poderosa invitación a todo el mundo cristiano a continuar acogiendo el
mensaje de Pablo.
En su exposición el cardenal Cordero Lanza di Montezemolo
ha pasado revista ampliamente a las numerosas peregrinaciones y eventos relacionados
y conectados con el Año Paulino. En primer lugar ha explicado el innegable éxito de
este Año con la contribución de la aportación doctrinal de Benedicto XVI a través
de sus numerosas catequesis, discursos, intervenciones, citaciones y referencias en
ocasión de innumerables encuentros y eventos.
En el apartado de visitas y peregrinaciones
el purpurado ha mencionado los miles de peregrinos procedentes de todas las partes
de mundo que han visitado la tumba del Apóstol de los gentiles para venerar sus restos
mortales. Al mismo nivel ha situado las importantes visitas de los Patriarcas acompañados
de amplias delegaciones de Iglesias Orientales, católicas y no católicas. De igual
manera se ha subrayado la importante ecuménica de otras iniciativas promovidas por
la abadía benedictina de San Pablo, algunas de carácter litúrgico y otras de estudio
y de cultura.
Otro aspecto importante subrayado ha sido los trabajos realizados
bajo el altar papal que rodea la tumba de San Pablo, para permitir a los peregrinos
visitar un ala del gran sarcófago de mármol, que hasta el momento nunca había sido
abierto. También han tenido espacio los grandes eventos musicales de altísimo nivel
en la Basílica y los numerosos trabajos de restauración realizados, así como la renovación
completa de toda la iluminación eléctrica. Recordamos que la clausura del Año Paulino
será presidida por el Santo Padre Benedicto XVI el domingo por la tarde durante la
celebración de las Primeras Vísperas en la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo
en la basílica romana de San Pablo extramuros. Sobre los frutos de este año que se
cierra, oigamos la reflexión de Fray Carlos Azpiroz Costa que es el maestro de la
orden de los predicadores o dominicos: