África, una preocupación común al Papa y el presidente alemán
Domingo, 21 jun (RV).- Los contenidos del viaje apostólico que Benedicto XVI realizó
a África el pasado mes de marzo, fueron el centro de un intercambio epistolar entre
el Santo Padre, y el presidente de la República Federal de Alemania Horst Köhler,
la misiva del Papa lleva la fecha del 4 de mayo y en ella alude al informe del presidente
alemán a propósito de los numerosos encuentros con personas del Continente africano
y sus ideas sobre el desarrollo y perspectivas sobre el futuro del continente.
“Sus
reflexiones, escribe, me han acompañado durante mi viaje, ahora, después de haber
regresado, puedo confirmar con plena convicción sus experiencias. África es un continente
joven -concuerda el Papa- pleno de alegría de vivir y de confianza, con un enorme
potencial creativo. Ciertamente, los intereses extranjeros, añade, y las tensiones
de la propia historia todavía pesan en el presente amenazando su porvenir. Pero la
fe viva, la frescura de su fuerza moral, la creciente competencia intelectual, crean
un clima de esperanza que resiste a los desafíos y rinde posible la superación.
Benedicto
XVI da mérito además a los informes recibidos mediante las visitas ad limina de obispos
africanos, que le han permitido, en los últimos cuatro años, conocer el estado de
sus respectivas diócesis y hacerse una idea de la situación. Subraya además que el
próximo otoño, en Roma se desarrollará el Sínodo de los Obispos africanos bajo el
tema “la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la
paz”, que ofrecerá ocasión para un amplio intercambio de ideas para la creación de
un programa pastoral común.
El Papa recuerda que la fe puede ofrecer una contribución
decisiva par la interior y necesaria formación humana, y recuerda su visita a Yaoundé
donde tuvo la oportunidad de citar a Lattanzio, escritor eclesiástico africano del
siglo cuarto que afirmaba: “El primer deber de la justicia es el de reconocer al hombre
como hermano. En efecto, si el mismo Dios nos ha hecho y nos ha generado a todos en
la misma condición, en vista de la justicia y de la vida eterna, nosotros, seguramente
estamos unidos por lazos de hermandad: quien no lo reconoce es injusto”.
Tras
esta cita literaria, el Papa expresa al presidente de la República Federal de Alemania,
en este sentido la Iglesia trata de formar las conciencias y actuar casi desde el
interior para que los africanos, como protagonistas del desarrollo de sus Países,
hagan uso de los numerosos dones a favor de la construcción de la sociedad y de la
paz.
Subraya además que un comportamiento solidario y honesto que no ceda
a la ley del más fuerte y no busque solamente el propio interés es como una esperanza
que actúa, una semilla que lleva en sí misma un futuro mejor. En este contexto, no
obstante, se solicita el apoyo de la comunidad internacional de cara a la actual crisis
financiera y económica que toca particularmente África y los Países más pobres.
Y
seguimos leyendo la carta que Su Santidad Benedicto XVI escribió al presidente alemán,
el mes pasado, en la que África aparece al centro de sus reflexiones. Y leemos: Cada
uno de nosotros ha sido pensado, querido y amado por Dios. Sobre esta base he podido
alentar a la Iglesia en África para que prosiga asistiendo a las víctimas de la violencia
y de enfermedades como el Sida, la malaria y la tuberculosis, y a luchar de manera
eficaz contra tan terribles flagelos. Inspirados por un auténtico humanismo, cuya
medida perfecta es Jesucristo, los cristianos prestarán también en futuro el propio
servicio en los hospitales, escuelas, y junto con ellos habrá numerosas personas de
buena voluntad.
Benedicto XVI recuerda que precisamente en este sentido es
que ha podido decir en su reciente visita a África, el pasado mes de marzo, que la
Iglesia, suscitando en los corazones de los hombres el amor hacia los que sufren y
la disponibilidad para ayudar, hace mucho más que tantas instituciones, en la lucha
contra las enfermedades devastadoras.
El Santo Padre concluye su carta al
presidente alemán evocando que el encuentro con nuestros hermanos y hermanas africanos,
en modo particular con los niños y con los jóvenes, me ha hecho bien. Espero y ruego
que el intercambio interpersonal y la colaboración internacional sigan creciendo y
lleven abundantes bendiciones a los hombres de todos lo continentes, especialmente
a África.
En efecto, con la publicación de este intercambio epistolar se deduce
que el tema de la solidaridad internacional para África, afectada por la crisis se
encuentra también al centro de las preocupaciones del presidente de la República Federal
de Alemania quien por su parte expresa al Papa la personal convicción de que el futuro
de la humanidad se decide sobre el destino del Continente africano, “no solo se trata,
escribe el mandatario, de una cuestión de materia prima, de otros cauces o intereses
económicos, sino de la riqueza cultural, de las tradiciones y de la creatividad de
los africanos. Quien se abre a África, y a su gente, experimenta un enriquecimiento.
Sin embargo –evidencia el presidente Köhler- se trata también de un imperativo de
la caridad cristiana”.