2009-06-21 16:17:59

África, una preocupación común al Papa y el presidente alemán


Domingo, 21 jun (RV).- Los contenidos del viaje apostólico que Benedicto XVI realizó a África el pasado mes de marzo, fueron el centro de un intercambio epistolar entre el Santo Padre, y el presidente de la República Federal de Alemania Horst Köhler, la misiva del Papa lleva la fecha del 4 de mayo y en ella alude al informe del presidente alemán a propósito de los numerosos encuentros con personas del Continente africano y sus ideas sobre el desarrollo y perspectivas sobre el futuro del continente.

“Sus reflexiones, escribe, me han acompañado durante mi viaje, ahora, después de haber regresado, puedo confirmar con plena convicción sus experiencias. África es un continente joven -concuerda el Papa- pleno de alegría de vivir y de confianza, con un enorme potencial creativo. Ciertamente, los intereses extranjeros, añade, y las tensiones de la propia historia todavía pesan en el presente amenazando su porvenir. Pero la fe viva, la frescura de su fuerza moral, la creciente competencia intelectual, crean un clima de esperanza que resiste a los desafíos y rinde posible la superación.

Benedicto XVI da mérito además a los informes recibidos mediante las visitas ad limina de obispos africanos, que le han permitido, en los últimos cuatro años, conocer el estado de sus respectivas diócesis y hacerse una idea de la situación. Subraya además que el próximo otoño, en Roma se desarrollará el Sínodo de los Obispos africanos bajo el tema “la Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”, que ofrecerá ocasión para un amplio intercambio de ideas para la creación de un programa pastoral común.

El Papa recuerda que la fe puede ofrecer una contribución decisiva par la interior y necesaria formación humana, y recuerda su visita a Yaoundé donde tuvo la oportunidad de citar a Lattanzio, escritor eclesiástico africano del siglo cuarto que afirmaba: “El primer deber de la justicia es el de reconocer al hombre como hermano. En efecto, si el mismo Dios nos ha hecho y nos ha generado a todos en la misma condición, en vista de la justicia y de la vida eterna, nosotros, seguramente estamos unidos por lazos de hermandad: quien no lo reconoce es injusto”.

Tras esta cita literaria, el Papa expresa al presidente de la República Federal de Alemania, en este sentido la Iglesia trata de formar las conciencias y actuar casi desde el interior para que los africanos, como protagonistas del desarrollo de sus Países, hagan uso de los numerosos dones a favor de la construcción de la sociedad y de la paz.

Subraya además que un comportamiento solidario y honesto que no ceda a la ley del más fuerte y no busque solamente el propio interés es como una esperanza que actúa, una semilla que lleva en sí misma un futuro mejor. En este contexto, no obstante, se solicita el apoyo de la comunidad internacional de cara a la actual crisis financiera y económica que toca particularmente África y los Países más pobres.

Y seguimos leyendo la carta que Su Santidad Benedicto XVI escribió al presidente alemán, el mes pasado, en la que África aparece al centro de sus reflexiones. Y leemos: Cada uno de nosotros ha sido pensado, querido y amado por Dios. Sobre esta base he podido alentar a la Iglesia en África para que prosiga asistiendo a las víctimas de la violencia y de enfermedades como el Sida, la malaria y la tuberculosis, y a luchar de manera eficaz contra tan terribles flagelos. Inspirados por un auténtico humanismo, cuya medida perfecta es Jesucristo, los cristianos prestarán también en futuro el propio servicio en los hospitales, escuelas, y junto con ellos habrá numerosas personas de buena voluntad.

Benedicto XVI recuerda que precisamente en este sentido es que ha podido decir en su reciente visita a África, el pasado mes de marzo, que la Iglesia, suscitando en los corazones de los hombres el amor hacia los que sufren y la disponibilidad para ayudar, hace mucho más que tantas instituciones, en la lucha contra las enfermedades devastadoras.

El Santo Padre concluye su carta al presidente alemán evocando que el encuentro con nuestros hermanos y hermanas africanos, en modo particular con los niños y con los jóvenes, me ha hecho bien. Espero y ruego que el intercambio interpersonal y la colaboración internacional sigan creciendo y lleven abundantes bendiciones a los hombres de todos lo continentes, especialmente a África.

En efecto, con la publicación de este intercambio epistolar se deduce que el tema de la solidaridad internacional para África, afectada por la crisis se encuentra también al centro de las preocupaciones del presidente de la República Federal de Alemania quien por su parte expresa al Papa la personal convicción de que el futuro de la humanidad se decide sobre el destino del Continente africano, “no solo se trata, escribe el mandatario, de una cuestión de materia prima, de otros cauces o intereses económicos, sino de la riqueza cultural, de las tradiciones y de la creatividad de los africanos. Quien se abre a África, y a su gente, experimenta un enriquecimiento. Sin embargo –evidencia el presidente Köhler- se trata también de un imperativo de la caridad cristiana”.








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