Ángelus: el Papa afirma que el ser humano porta en el propio genoma la huella profunda
de Dios-Amor, porque vivimos para amar y ser amados
Domingo, 7 jun (RV).- La Santísima Trinidad y el amor han sido los temas centrales
de la reflexión dominical de Benedicto XVI, que en el Ángelus ha querido recordar
a los fieles en la Plaza de san Pedro las tres solemnidades que la Iglesia conmemora
después del tiempo pascual que ha culminado con la fiesta de Pentecostés.
La
Santísima Trinidad, que celebramos hoy, ha sido el punto de partida del Papa quien
ha recordado esta mañana las dos próximas solemnidades ya cercanas a nosotros. Tras
la de hoy, el jueves tendrá lugar el Corpus Domini, que en muchos países se celebrará
el domingo siguiente, y por último el viernes, con la fiesta del Sagrado Corazón de
Jesús.
En cuanto a la Santísima Trinidad en concreto, el Pontífice la ha conectado
con el amor, porque son “tres personas que son un sólo Dios, porque el Padre es amor,
el Hijo es amor, el Espíritu es amor”. De hecho Dios que es sólo amor purísimo, infinito
y eterno “no vive en una espléndida soledad, sino que es fuente inagotable de vida
que incesantemente se dona y se comunica. Lo podemos intuir tanto observando el macro
universo: nuestra tierra, los planetas, las estrellas, las galaxias; como el micro
universo: las células, los átomos, las partículas elementales.
“En todo lo
que existe –ha añadido Benedicto XVI- está impreso el nombre de la Santísima Trinidad,
porque todo proviene del amor y se mueve impulsado por el amor, naturalmente con los
distintos grados de conciencia y de libertad”.
“El Amor: en él –dijo san Pablo
en el Areópago de Atenas- vivimos, nos movemos y existimos (At 17,28). La prueba más
decisiva de que estamos hechos a imagen de la Trinidad es esta: solo el amor nos hace
felices, porque vivimos en relación a él, vivimos para amar y para ser amados. Usando
una analogía sugerida por la biología, diremos que el ser humano porta en el propio
genoma el trazo profundo de la Trinidad, de Dios-Amor”.
Tras el rezo del Ángelus
el Santo Padre se ha dirigido a los fieles que han rezado con él la oración mariana
en distintas lenguas. Este ha sido su saludo en español.
Saludo con
afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a todos
los que se unen a ella a través de la radio y la televisión. En esta solemnidad de
la Santísima Trinidad, os invito a proclamar nuestra fe en Dios Padre, que ha enviado
al mundo a su Hijo, Camino, Verdad y Vida, y al Espíritu de la santificación, para
revelar a los hombres su inmenso amor y rescatarlos del pecado y de la muerte. Feliz
domingo.