Premio póstumo ‘Path to Peace’ al arzobispo de Mosul asesinado en Irak

Jueves, 4 jun (RV).- La Fundación Path to Peace concederá el próximo día 9 de junio el premio póstumo del mismo nombre a Mons. Paulos Faraj Rahho, el arzobispo de Mosul, Irak, secuestrado y asesinado hace un año. El anuncio lo hizo el arzobispo Celestino Migliore, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y presidente de la Fundación Path to Peace, una agencia que desarrolla proyecto para apoyar la labor de la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. Mons. Rahho, recordamos, había nacido en Mosul, Irak, en 1942. Transcurrió casi toda su vida en esa misma ciudad, donde se radica una de las más antiguas poblaciones cristianas. Después de su ordenación sacerdotal, trabajó en la iglesia de san Isaías y luego en la del Sagrado Corazón en Tel Keppel. También abrió un orfanato para niños discapacitados.



En febrero de 2001, había sido ordenado arzobispo caldeo de Mosul, con unos 20 mil católicos en diez parroquias. Los católicos caldeos comprenden una pequeña minoría de la población iraquí pero constituyen el grupo más numeroso entre los menos de un millón de cristianos en el país. La fundación recuerda que Mons. Rahho expresó su preocupación por las iniciativas para incorporar la ley islámica en la constitución iraquí, y enfrentó situaciones difíciles a lo largo de su vida. Siempre alentó a la comunidad cristiana a permanecer en Irak a pesar de las penurias tras el inicio de la guerra de Irak. El 29 de febrero de 2008, hombres armados secuestraron al arzobispo después de haber presidido un servicio de oración. Tras dos semanas de búsqueda, los captores informaron que el arzobispo había muerto e indicaron dónde encontrar su cuerpo. En el secuestro también fueron asesinados su chofer y guardaespaldas. En el contexto del debate sobre el diálogo intercultural e interreligioso que tiene lugar en las Naciones Unidas, la Fundación Path to Peace indica que desea reconocer a este valioso testimonio en favor de la urgencia de respetar y promover en todo el mundo el derecho fundamental a la libertad religiosa.