2009-05-27 15:06:26

Audiencia general: Benedicto XVI exhorta a los cristianos a difundir en el mundo el espíritu de sobriedad y de amor para contrastar las diversas formas de egoísmo que destruyen la sociedad, deshumanizan el trabajo y empobrecen al mundo


Miércoles, 27 may (RV).- Los cristianos deben difundir en el mundo el espíritu de sobriedad y de amor para contrastar las diversas formas de egoísmo que destruyen la sociedad, deshumanizan el trabajo y empobrecen al mundo. Con afirmaciones de gran vigor, Benedicto XVI ha celebrado esta mañana la habitual Audiencia General de los miércoles en la plaza de San Pedro ante más de 20 mil fieles y peregrinos.

La catequesis, el Papa la ha desarrollado inspirándose en San Teodoro el Estudita, monje que vivió entre el VIII y el IX siglo y que fue uno de los grandes reformadores de la vida monástica, defensor del valor espiritual de las imágenes en la lucha contra las corrientes iconoclastas de su época, y organizador de los monasterios bizantinos con un alto número de monjes.

“Teodoro -ha recordado el Santo Padre- habla de manera concreta de la pobreza. La pobreza es desde el principio una renuncia a la propiedad privada, para aprender la libertad de las cosas materiales”. “La sobriedad
- ha subrayado el Pontífice - vale especialmente en esta forma radical, para los monjes, pero el espíritu de esta enseñanza es para todos”. “Buscar la renuncia, la simplicidad, la austeridad, la sobriedad: sólo así puede crecer una sociedad solidaria y puede ser superado el gran problema de la pobreza en el mundo”.

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la Plaza de San Pedro: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas:
 
San Teodoro el Estudita nació en el año setecientos cincuenta y nueve en el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida monástica a los veintidós años en el monasterio de Sakkudion. Por haber criticado la situación matrimonial irregular del joven Emperador Constantino Sexto, San Teodoro fue desterrado a Tesalónica. De allí pudo regresar a Sakkudion gracias a la intervención de la Emperatriz Irene, madre de Constantino. Para evitar las incursiones de los árabes, se transfirió luego al monasterio de Studios, que bajo su dirección alcanzó gran esplendor y a partir del cual se inició una reforma de la vida monacal, caracterizada por subrayar la necesidad del orden, la obediencia y el amor al trabajo de los monjes. San Teodoro es conocido también por capitanear la resistencia contra la iconoclasia de León Quinto el Armenio, lo que le costó otra vez el exilio en diversos lugares de Asia Menor. Al final, pudo volver a Constantinopla, pero no a su monasterio. Murió el año ochocientos veintiséis. Entre sus obras destacan la Pequeña Catequesis, la Gran Catequesis, el Libro panegírico, las Composiciones poéticas, el Testamento espiritual y las Cartas.
 
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los antiguos alumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción, de Barcelona, acompañados por el Señor Cardenal Lluís Martínez Sistach, a los fieles de las Parroquias de la Sagrada Familia y San Pedro, de Santiago de Chile, así como a los demás grupos procedentes de España, México y otros países latinoamericanos. Que vuestra peregrinación al sepulcro de los Apóstoles aumente vuestra fe y vuestro amor a la Iglesia. Muchas gracias.

Al saludar en polaco el Papa ha recordado que ayer en aquella nación se celebró el día de las madres y agradeció a Dios por el santo don que el corazón y el amor de cada madre representan para sus niños, para su familia y para cada uno de nosotros. “A María, Madre afectuosísima -en el mes a ella dedicado- confío a todas las madres con sus gozos y con sus tristezas”, ha dicho el Santo Padre, y les ha enviado a ellas, y a los polacos presentes en la Plaza de San Pedro su bendición.

En italiano, el Papa se ha dirigido a numerosos grupos de fieles presentes en la audiencia y, de forma particular a los miembros de la Fundación San Mateo en memoria del cardenal Van Thuan, encabezados por el cardenal Renato Raffaele Martino, y les ha agradecido la actividad que generosamente desempeñan para difundir la doctrina social de la Iglesia y sobre todo el hacer sentir la cercanía de la Iglesia a cuantos son pobres material y espiritualmente.

Como siempre al final de la audiencia el Papa se ha dirigido a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. La Iglesia recordó ayer a San Felipe Neri que se distinguió por su alegría y por su dedicación a los pobres a los enfermos y especialmente a la juventud. Queridos jóvenes, aprended de este Santo a vivir con sencillez evangélica. Queridos enfermos, que San Felipe Neri os ayude a hacer de vuestro sufrimiento una ofrenda al Padre celestial, en unión con Jesús crucificado. Y a vosotros, recién casados, sostenidos por su intercesión, sed constructores de familias iluminadas por la sabiduría evangélica.







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