Benedicto XVI recibe a los presidentes de Bulgaria y Macedonia y reitera el valor
del cristianismo en la «construcción de una Europa del III milenio, que anhela un
futuro de progreso, justicia y paz»
Viernes, 22 may (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana, en audiencias sucesivas
al presidente de la República de Bulgaria, Georgi Parvanov, y al presidente de la
Antigua República Yugoslava de Macedonia, Gjeorge Ivanov. Ambos han viajado a Roma,
en la tradicional peregrinación anual, con motivo de la memoria litúrgica de los santos
Cirilo y Metodio, compatronos de Europa, que en estos dos países se celebra el próximo
domingo 24 de mayo.
En estas circunstancias, el Papa ha querido renovar
al presidente de Bulgaria los sentimientos de amistad con el amado pueblo búlgaro,
en cuyas raíces espirituales se sumerge la predicación de los santos compatronos de
Europa.
Este encuentro nos ofrece la oportunidad para pensar de nuevo
sobre la obra evangelizadora y social realizada por estos dos insignes testigos del
Evangelio que fueron los santos Cirilo y Metodio. Su herencia espiritual ha marcado
el camino de los pueblos eslavos; su ejemplo ha sostenido el testimonio y la fidelidad
de innumerables cristianos que, a lo largo de los siglos, han consagrado su existencia
a la difusión del mensaje de la salvación, obrando al mismo tiempo en la construcción
de una sociedad más justa y solidaria.
“Pueda su testimonio espiritual
-ha deseado el Pontífice- permanecer vivo en vuestra nación para que Bulgaria, también
embebecida de este manantial de luz y esperanza, contribuya eficazmente a construir
una Europa que permanezca fiel a sus raíces cristianas”. Los valores de solidaridad
y de justicia, de libertad y de paz, hoy constantemente reafirmados, encuentran en
efecto todavía más fuerza y solidez en las enseñanzas eternas de Cristo, traducidas
en la vida de sus discípulos de todas las épocas.
Estos son los sentimientos
que el Santo Padre ha querido manifestar al pueblo búlgaro asegurándole su estima
y su proximidad espiritual. “Estad seguros, -les ha dicho- que la Santa Sede continuará
siguiendo con simpatía el andamiento de vuestra nación y el compromiso de todos los
que trabajan por el bien común”.
También en sus palabras al presidente
de la Antigua República Yugoslava de Macedonia, junto con su cordial bienvenida a
las delegaciones civil y religiosa – integrada ésta por representantes de la Iglesia
ortodoxa y la católica - el Papa ha hecho hincapié en la conmemoración de los santos
Cirilo y Metodio, maestros de fe y apóstoles de los pueblos eslavos, que «nos invita
a todos los que estamos unidos por la única fe en Jesucristo, a contemplar el heroico
testimonio evangélico de ambos» para construir un futuro de paz y justicia en Europa:
«Estamos
llamados a conservar el patrimonio de ideales y valores que ellos nos han transmitido
con palabras y hechos. En efecto, es la contribución más preciosa que los cristianos
pueden ofrecer para la construcción de una Europa del tercer milenio, que anhela un
futuro de progreso, justicia y paz para todos».
Benedicto XVI ha subrayado,
en particular, el gran anhelo del pueblo macedonio de impulsar el diálogo. Señalando
que «esta amada tierra, marcada por la influencia de estos dos grandes santos, anhela
ser cada vez más un lugar de encuentro y diálogo pacífico entre las diversas esferas
sociales y religiosas», el Papa ha expresado su esperanza de que esta nación pueda
avanzar por esta misma senda.
E invocando la protección divina sobre
las autoridades macedonias - a quienes ha reiterado también la cercanía de la Sede
Apostólica - el Santo Padre les ha asegurado asimismo su personal estima y amistad,
concluyendo sus palabras con una bendición especial para todo el pueblo macedonio.