El príncipe jordano Bin Talal recibe a Benedicto XVI como líder espiritual, Papa,
jefe de Estado, y peregrino
Sábado, 9 may (RV).- Durante la visita de Benedicto XVI a la mezquita “Rey Hussein
Bin Talal” en Amán, el príncipe Ghazi Bin Muhammed Bin Talal ha saludado al Santo
Padre acogiéndolo como líder espiritual, como Papa, como jefe de Estado, y como peregrino,
mientras él mismo ha dado la bienvenida como musulmán, como hachemita, como árabe,
y como jordano.
En su denso discurso de bienvenida, el príncipe jordano se
congratuló por los mensajes de armonía interreligiosa pronunciados por Benedicto XVI,
deteniéndose en particular en el discurso de Ratisbona del 13 de septiembre de 2006.
El príncipe Bin Talal agradeció las aclaraciones emitidas por el Vaticano y puso de
relieve la necesidad urgente de que los musulmanes “expliquen el ejemplo del Profeta,
sobre todo, con obras virtuosas, caridad, piedad y buena voluntad”.
Recordando
la mayor virtud del pueblo árabe, la hospitalidad, el príncipe Bin Talal señaló que
ésta no significa sólo “amar, dar, y ayudar”, sino que también es “la generosidad
de espíritu”. Evocando después las excelencias del pueblo jordano, el príncipe señaló
que en este país “todos son iguales ante la ley, independientemente de la raza, origen
o género”. En este sentido se detuvo a analizar la presencia cristiana en Jordania,
una presencia caracterizada por el sentimiento patriótico de su gente.
“Todo
esto para decirle a usted, Santidad, que mientras usted los considera compañeros cristianos,
nosotros les consideramos nuestros compañeros jordanos porque forman parte de esta
tierra como la propia tierra. Espero –ha proseguido- que este espíritu único jordano
de armonía interreligiosa, benevolencia y respeto recíproco, sirva de ejemplo para
el mundo”.
El príncipe Bin Talal ha alabado el valor moral del Papa de “hacer
y hablar según su propia conciencia, independientemente de las modas del momento”,
calificándolo además de “maestro cristiano”, y poniendo de relieve el “haber hecho
del diálogo inter e intrarreligioso la prioridad de su pontificado para difundir la
buena voluntad y la comprensión entre todos los pueblos de la tierra”.