2009-05-09 10:28:43

El Papa elogia a los promotores de la Universidad de Madaba por su valerosa confianza en la buena formación como primer paso para el desarrollo personal, la paz y el progreso en la región


Sábado, 9 may (RV).- El Papa elogia a los promotores de la Universidad de Madaba por su valerosa confianza en la buena formación como primer paso para el desarrollo personal, la paz y el progreso en la región. Benedicto XVI ha bendecido la primera piedra para la construcción de la Universidad del Patriarcado Latino de Madaba, en el segundo acto de este sábado y segundo día de su peregrinación apostólica a Tierra Santa.

En este proyecto de la Universidad de Madaba el Santo Padre ha expuesto algunos objetivos importantes que tener en cuenta: uno de ellos es que el desarrollo del potencial y la predisposición de las sucesivas generaciones de estudiantes, les preparará para servir mejor a la comunidad y a elevar los estándares de vida. Además, la formación intelectual refinará la capacidad crítica de los estudiantes, ahuyentará la ignorancia y los prejuicios, y les ayudará a desmenuzar los encantos emanados de ideologías viejas y nuevas. “El resultado de este proceso –ha subrayado el Papa- es una universidad que no será sólo una tribuna donde consolidar la adhesión a la verdad y a los valores de una cultura específica, sino también un lugar de comprensión y diálogo”.

El Papa ha expuesto con detención la relación entre ciencia y fe en el ámbito de las instituciones de la educación superior y su contexto cultural. En este sentido ha reiterado que “la fe en Dios no excluye la búsqueda de la verdad; sino que al contrario la estimula”. “Obviamente la religión, como la ciencia y la tecnología, como la filosofía y cualquier expresión de nuestra búsqueda de la verdad, pueden corromperse. La religión se desfigura cuando se la obliga a servir a la ignorancia y el prejuicio, el desprecio, la violencia y el abuso”.

“En este caso, ha continuado Benedicto XVI, no sólo contamos con la perversión de la religión, sino también con la corrupción de la libertad humana, el encogimiento y la obnubilación de la mente”. No obstante el Papa ha señalado que tal resultado no es inevitable porque mediante la promoción de la educación se proclama la confianza en el don de la libertad. “El corazón humano – ha añadido- puede endurecerse a causa de un ambiente restringido, por los intereses y las pasiones. Pero cada ser humano también está llamado a la sabiduría y a la integridad, a la elección más básica e importante de todas: la del bien sobre el mal, de la verdad sobre la deshonestidad”.

En este caso, como ha explicado también el Santo Padre, la fe sirve para guiar la adquisición y la justa aplicación de la conciencia. “La ciencia y la tecnología ofrecen beneficios extraordinarios a la sociedad y han mejorado mucho la calidad de vida de muchos seres humanos”. Siempre en el mismo contexto el Papa se ha referido a los límites de la ciencia, que no puede ofrece respuestas a tudas las cuestiones relacionadas con el hombre y su existencia.

Tras reafirmar de nuevo que el conocimiento científico necesita de la luz orientadora de la sabiduría ética, el Papa ha recordado ésta ha inspirado notables códigos internacionales de comportamiento como son el juramento de Hipócrates, la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 1948 y la Convención de Ginebra.

Dirigiéndose en especial a los estudiantes cristianos de Jordania, el Papa les ha dicho que “están llamados a ser constructores de una sociedad justa y pacífica formada por personas de distinta extracción religiosa y étnica. Tales realidades no deben conducir a la división, sino al enriquecimiento recíproco. La misión y la vocación de la Universidad de Madaba es precisamente la de ayudar a participar más plenamente en esta noble tarea”.

El Santo Padre ha tenido palabras de agradecimiento especial para el Patriarca emérito, Michael Sabbah, y el obispo Salim Sayegh, por su importante contribución en este proyecto. En el mismo sentido el Pontífice ha dado las gracias al Reino de Jordania que ha dado prioridad al objetivo de expandir y mejorar la educación, y a la reina Rania, cuya dedicación activa y particular ha sido inspiración para muchos. Importante también ha sido el esfuerzo y la contribución de las personas de buena voluntad pertenecientes a instituciones cristianas, católicas y ortodoxas, como ha recordado el Papa.

“Es este bagaje, el que ha conducido a la Iglesia católica, con el apoyo de las autoridades jordanas, a poner en marcha su propio esfuerzo en la promoción de la educación universitaria en este país y en otras partes. Además, la iniciativa responde al deseo de muchas familias que, satisfechas con la formación recibida en las escuelas regentadas por autoridades religiosas, solicitan la posibilidad de tener una opción análoga a nivel universitario”.

Por último Benedicto XVI ha asegurado sus oraciones para que este sueño se convierta pronto en realidad, “para que podáis ver generaciones de hombres y mujeres cualificados, tanto cristianos como musulmanes o de otras religiones, capaces de ocupar su lugar en la sociedad, dotados de pericia profesional, bien informados y educados con los valores de la sabiduría, la honestidad, la tolerancia y la paz”.








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