2009-05-01 17:35:34

San José obrero, una celebración para recuperar una dimensión ética del trabajo


Viernes, 1 may (RV).- El primero de mayo, fiesta internacional del trabajo, la Iglesia recuerda a San José obrero. Una festividad, que este año en el que miles de personas han perdido su empleo en el mundo a causa de la crisis económica, tiene unas connotaciones especiales. Precisamente en los últimos meses Benedicto XVI ha multiplicado sus intervenciones hablando de la crisis económica y acentuando la necesidad de recuperar una dimensión ética del trabajo y enfocar a la persona como centro de las relaciones económicas.

Una serie de intervenciones que preceden a la anunciada publicación de la primera encíclica social de Benedicto XVI. Como la del 8 de enero pasado, cuando el Pontífice, en su discurso al cuerpo diplomático, exhortó a la comunidad internacional a no descorazonarse frente a la crisis económica y seguir trabajando para lograr un sistema económico que respetase la dignidad del hombre, porque “para sanear la economía, es necesario construir una nueva confianza”.

También en su encuentro con los administradores locales de Roma y del Lacio, la política económica fue un tema importante. De hecho el Santo Padre subrayó en aquella ocasión que “quizá hoy más que nunca la sociedad comprende que sólo con estilos de vida sobrios, inspirados en la solidaridad y la responsabilidad, es posible construir una sociedad más justa y un futuro mejor para todos”.

Las numerosas intervenciones de Benedicto XVI en este sentido se han dirigido en favor de los sujetos más débiles de la población, a las miles de personas que han perdido su trabajo a causa de una crisis económica mundial causada por la avaricia humana, por la idolatría del dinero. En este contexto el Papa ha manifestado continuamente su cercanía a los trabajadores, como hizo en su discurso a los empleados del establecimiento de Fiat en Pomigliano d’Arco, a los trabajadores de los territorios del Sulcis en Cerdeña y a los de Prato en Toscana, unidos todos ellos por unas preocupantes condiciones de precariedad.

“Deseo expresar mi apoyo a las autoridades políticas y civiles, como a los empresarios, para que con el esfuerzo de todos se pueda afrontar este delicado momento. Es necesario un sólido compromiso común, recordando que la principal prioridad son los trabajadores y sus familias”.







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