San José obrero, una celebración para recuperar una dimensión ética del trabajo
Viernes, 1 may (RV).- El primero de mayo, fiesta internacional del trabajo, la Iglesia
recuerda a San José obrero. Una festividad, que este año en el que miles de personas
han perdido su empleo en el mundo a causa de la crisis económica, tiene unas connotaciones
especiales. Precisamente en los últimos meses Benedicto XVI ha multiplicado sus intervenciones
hablando de la crisis económica y acentuando la necesidad de recuperar una dimensión
ética del trabajo y enfocar a la persona como centro de las relaciones económicas.
Una
serie de intervenciones que preceden a la anunciada publicación de la primera encíclica
social de Benedicto XVI. Como la del 8 de enero pasado, cuando el Pontífice, en su
discurso al cuerpo diplomático, exhortó a la comunidad internacional a no descorazonarse
frente a la crisis económica y seguir trabajando para lograr un sistema económico
que respetase la dignidad del hombre, porque “para sanear la economía, es necesario
construir una nueva confianza”.
También en su encuentro con los administradores
locales de Roma y del Lacio, la política económica fue un tema importante. De hecho
el Santo Padre subrayó en aquella ocasión que “quizá hoy más que nunca la sociedad
comprende que sólo con estilos de vida sobrios, inspirados en la solidaridad y la
responsabilidad, es posible construir una sociedad más justa y un futuro mejor para
todos”.
Las numerosas intervenciones de Benedicto XVI en este sentido se han
dirigido en favor de los sujetos más débiles de la población, a las miles de personas
que han perdido su trabajo a causa de una crisis económica mundial causada por la
avaricia humana, por la idolatría del dinero. En este contexto el Papa ha manifestado
continuamente su cercanía a los trabajadores, como hizo en su discurso a los empleados
del establecimiento de Fiat en Pomigliano d’Arco, a los trabajadores de los territorios
del Sulcis en Cerdeña y a los de Prato en Toscana, unidos todos ellos por unas preocupantes
condiciones de precariedad.
“Deseo expresar mi apoyo a las autoridades políticas
y civiles, como a los empresarios, para que con el esfuerzo de todos se pueda afrontar
este delicado momento. Es necesario un sólido compromiso común, recordando que la
principal prioridad son los trabajadores y sus familias”.