Editorial ‘Octava dies’: la regla de San Francisco
Sábado, 25 abr (RV).- La Regla de San Francisco es el título del editorial Octava
Dies de nuestro director padre Federico Lombardi en el que alude al encuentro que
la familia franciscana realizó en Asís la semana pasada, y que el sábado culminó
con el encuentro de los 3 mil representantes franciscanos de todo el mundo reunidos
en torno al sucesor de Pedro en Castel Gandolfo:
“La celebración de
los 800 años de la aprobación pontificia de la primera ‘regla’ de vida franciscana
es un evento que merecía el hermoso discurso del Papa del 18 de abril y la conmovedora
renovación, ante su presencia, de los votos religiosos de tantos representantes de
las diversas familias franciscanas”.
“Todos los santos de la Iglesia
tienen el Evangelio como regla de la propia vida, pero en la figura de Francisco,
éste resplandece con particular transparencia, desde las heridas de pasión y de amor
que reflejan las llagas de Cristo. En la pobreza, en la sencillez y en la caridad
de Francisco el pueblo cristiano siempre ha reconocido con facilidad lo genuino de
la inspiración evangélica, y también, más allá de las fronteras de la Iglesia hombres
de toda fe religiosa o humana han acogido un genuino y fuerte mensaje de amor y de
paz”.
“Un carisma extraordinario, por tanto que supera el tiempo,
y que ha querido desde el principio someterse al discernimiento de la autoridad de
la Iglesia para insertar - como lo ha dicho el Papa - el pequeño ‘nosotros’ de la
entonces naciente comunidad de frailes en el gran ‘nosotros’ de la Iglesia una y universal.
Cierto, la fecundidad del carisma franciscano ha sido garantizada en todo su valor
e inmensamente multiplicad”.
“¡‘Ve, Francisco, y repara mi Iglesia’!,
dice el Crucificado al Pobrecillo. ¡‘Id y continuad reparando la casa del Señor, su
Iglesia’! dice Benedicto XVI, invitando a los seguidores de Francisco a reparar a
cada hombre de la ruina del pecado, y seguir ayudando a los pastores de la Iglesia
a renovar la grey del Señor. ¡Frescura perenne de una vocación que es un don para
todos! Evangelio traducido en vida para la eterna juventud de la Iglesia y para la
paz de la familia humana”.