2009-04-18 17:36:36

En el VIII centenario de la aprobación, por parte de Inocencio III, de la primera Regla de san Francisco, el Papa recibe a los franciscanos y les pide que ayuden a los pastores de la Iglesia a embellecer cada vez más el rostro de la esposa de Cristo


Sábado, 18 abr (RV).- Benedicto XVI ha dado su bienvenida con gran alegría - al final de esta mañana, en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo - a unos tres mil miembros de la familia franciscana, en «la feliz e histórica celebración del octavo centenario de la aprobación, por parte del papa Inocencio III, de la primera Regla de san Francisco». Sus palabras han sido acogidas con grandes aplausos:

«Han pasado ochocientos años y aquella docena de frailes se ha vuelto una multitud, diseminada en todo el mundo y hoy, aquí, dignamente representada por vosotros. En días pasados os habéis dado cita en Asís para lo que habéis querido llamar ‘Capítulo de las Esteras’, evocando vuestros orígenes. Y al final de esta extraordinaria experiencia habéis venido juntos donde el ‘Señor Papa’ como diría vuestro seráfico fundador».

Acogiendo a los representantes de la numerosa familia franciscana de todo el mundo, encabezada por el Ministro General, padre José Rodríguez Carballo - que, en nombre de todos, ha renovado ante el Santo Padre el compromiso de vivir según la Regla, el Papa ha expresado su profunda acción de gracias a Dios por el apostolado de los franciscanos:

«Ante todo, deseo unirme a vosotros en la acción de gracias a Dios por todo el camino que os ha hecho cumplir, colmándoos de sus beneficios. Y como Pastor de toda la Iglesia, le quiero agradecer por el don precioso que vosotros mismos sois para todo el pueblo cristiano».

Tras hacer hincapié en que todo empezó con la conversión de Francisco, que siguiendo el ejemplo de Jesús, ‘se anonadó a sí mismo’ (cfr fil 2,7) y asumiendo la pobreza fue testigo y heraldo del Padre que está en los cielos, Benedicto XVI ha recordado que al ‘Pobrecillo’ se le pueden aplicar literalmente algunas expresiones que el apóstol Pablo emplea para sí mismo. «San Francisco sigue perfectamente las huellas de Pablo». Y, como recuerda precisamente el centro de este encuentro de los franciscanos con el Papa, elige el Evangelio como regla de Vida:

«Así, el Pobrecillo se hizo a sí mismo evangelio viviente, capaz de atraer hacia Cristo a hombres y mujeres de todo tiempo. En especial a los jóvenes, que prefieren la radicalidad en lugar de quedarse entremedias. El obispo de Asís y luego el papa Inocencio III reconocieron en el propósito de Francisco y de sus compañeros la autenticidad evangélica y supieron alentar su compromiso en vista también del bien de la Iglesia universal. Surge de forma espontánea una reflexión ¿Francisco hubiera podido también no venir a donde el Papa?».

Reflexionando, precisamente, sobre la firme elección de san Francisco, que no quiso seguir las corrientes, que en su tiempo se contraponían a la Iglesia como institución o que no buscaban su aprobación, Benedicto XVI ha recordado que - si bien, con una postura polémica hacia la jerarquía hubiera conseguido no pocos seguidores – este santo decidió enseguida poner su camino y el de sus compañeros en manos del Obispo de Roma, el Sucesor de Pedro. Espíritu eclesial – ha enfatizado el Pontífice, que el mismo papa Inocencio III supo reconocer y apreciar, «acogiendo, bendiciendo y alentando la naciente comunidad de los ‘frailes menores’».

«Los santos vuelven a impulsar la fecundidad de Cristo», ha reiterado Benedicto XVI alentando a los franciscanos a seguir el modelo de Francisco y Clara de Asís y, evocando la exhortación de Jesús resucitado a sus discípulos, les ha pedido a los franciscanos que vayan por el mundo y perseveren en ‘reparar la casa del Señor Jesucristo, su Iglesia’.

Refiriéndose al trágico terremoto que en días pasados ha asolado la región italiana de Los Abruzos, el Papa ha subrayado que hay una ‘ruina’ más grave que la de las construcciones. La de las «personas y de las comunidades»:

«Como Francisco, comenzad siempre por vosotros mismos. Nosotros somos la casa que Dios quiere restaurar. Si seréis siempre capaces de renovaros en el espíritu del Evangelio, seguiréis ayudando a los Pastores de la Iglesia a embellecer cada vez más su rostro de esposa de Cristo. Esto es lo que el Papa, hoy como en los orígenes, espera de vosotros ¡Gracias por haber venido! Ahora id y llevad a todos la paz y el amor de Cristo Jesús Salvador. (Aplausos...) Que María Inmaculada ‘Virgen hecha Iglesia’, os acompañe siempre. Y os sostenga también la Bendición Apostólica que de corazón imparto a todos vosotros, aquí presentes, y a toda la familia franciscana».

Exhortación que Benedicto XVI ha renovado también en inglés, español y polaco. Éstas han sido sus palabras en nuestra lengua: RealAudioMP3

Saludo con afecto a los queridos Hermanos y Hermanas de la Familia Franciscana, provenientes de los países de lengua española. En esta significativa conmemoración, os animo a enamoraros cada vez más de Cristo para que, siguiendo el ejemplo de Francisco de Asís, conforméis vuestra vida al Evangelio del Señor y deis ante el mundo un testimonio generoso de caridad, pobreza y humildad. Que Dios os bendiga.







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