2009-04-10 23:03:40

Meditaciones del Vía Crucis: el arzobispo indio de Guwahati invita a los creyentes a no dejarse arrastrar por “el viento de cualquier doctrina” y a interrogarse sobre la responsabilidad de las múltiples formas de inhumanidad de la sociedad


Viernes, 10 abr (RV).- Monseñor Thomas Menamparampil, arzobispo indio de Guwahati, en el estado de Asma, ha sido el encargado de las meditaciones del Vía Crucis de este año en el Coliseo de Roma. El prelado ha puesto en evidencia el valor de la esperanza sobre todo “cuando las malas noticias se repiten”. “Sean fuertes y valerosos, todos los que esperan en el Señor”. Con esta exclamación ha finalizado la meditación que ha dado paso a la primera estación, analizando en este pasaje el misterio del dolor, monseñor Menamparampil ha pedido la oración para los “creyentes que sufren persecuciones”.



Este mensaje lo ha vuelto a lanzar en la segunda estación, recordando que ante la violencia y los enfrentamientos, Jesús responde con “amor”, “persuasión” y “reconciliación”. “Señor, no permitas que la avaricia, la concupiscencia o el orgullo nos sorprendan”, ha dicho el arzobispo indio, al mismo tiempo que ha pedido que “no seamos arrastrados de aquí para allá por el viento de cualquier doctrina”.



Pasando a la tercera estación, monseñor Menamparampil ha meditado sobre el valor de la no violencia, evocando el ejemplo de Mahatma Gandhi “que llevó a las calles con sorprendente suceso esta enseñanza de Jesús”. En la cuarta estación se ha pronunciado una oración pidiendo al Señor que ayude a todos los creyentes a que no haya divergencia entre “aquello que profesamos de ser y lo que somos en realidad”.



Preguntándose qué es la verdad, monseñor Menamparampil ha meditado sobre la quinta estación, pidiendo la oración para que las “concepciones espirituales y éticas contenidas en la Palabra de Dios inspiren las normas de la vida y de la sociedad en nuestro tiempo”. En la sexta estación se ha invitado a meditar sobre la violencia de la que hoy día somos testigos: homicidios, violencias sobre mujeres y niños, secuestros, extorsiones, conflictos étnicos, violencia urbana, tortura física y mental, violación de los derechos humanos.

Jesús continúa sufriendo cuando los creyentes son perseguidos”, ha dicho el arzobispo indio, recordando que también “Jesús es despojado de sus vestidos cuando el ser humano es deshonrado en las pantallas”. Y ante la pregunta de quiénes son los culpables, ha dicho que no “señalemos a los demás, por que también nosotros hemos podido tener parte en estas formas de inhumanidad”.



En la séptima estación monseñor Menamparampil ha evocado las nuevas humillaciones que en nuestros días sufre Jesús, rezando para que conceda la capacidad de descubrir siempre a Dios. La Madre Teresa de Calcuta ha sido el ejemplo citado en la octava meditación invitando a dedicar recursos y energías a la causa de los “más pobres entre los pobres”. Mientras que en la novena estación el arzobispo indio ha meditado sobre la importancia de las mujeres y ha rezado para que su papel no sea relegado en la sociedad.



Ante la experiencia del dolor, “Jesús no nos deja nunca”, ha dicho en la décima estación monseñor Menamparampil, rezando para que “la experiencia del dolor y de la oscuridad interior enseñe la gran verdad que en el Señor, nada está perdido”. Acto seguido, en la undécima estación, la oración se ha elevado para que Cristo guíe a los fieles en su camino hacia el “destino Eterno”, pasando en la siguiente estación a evocar a María y el valor del perdón.



La reflexión sobre el significado de la Cruz ha sido el tema de la decimotercera meditación, dando paso a la última estación en la que monseñor Menamparampil ha recordado tragedias como el Tsunami, Hiroshima y Nagasaki, realidades que abren la percepción de una realidad más profunda. En este sentido ha pedido al Señor que “mientras caminamos con pena por el fatigoso camino de la vida”, nos ayude “a ser capaces de tener una idea de nuestro destino definitivo”.

 

TEXTO ÍNTEGRO DE LA MEDITACIÓN Y LAS CATORCE ESTACIONES:

 

Meditación

Queridos hermanos y hermanas, hemos venido a cantar juntos un “himno de esperanza”. Queremos decirnos a nosotros mismos que no todo está perdido en los momentos de dificultad. Cuando las malas noticias se repiten estamos oprimidos por el ansia. Cuando la desgracia nos golpea cerca, nos desalentamos. Cuando una calamidad hace de uno de nosotros las víctimas, la confianza en nosotros es sacudida del todo y nuestra fe es puesta a prueba. Pero no todo está perdido. Como Job, estamos en busca de un sentido.

En este esfuerzo tenemos un ejemplo: Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado. En verdad, en tiempos difíciles no vemos ningún motivo para creer y esperar. Sin embargo creemos. Sin embargo esperamos. Esto puede suceder en la vida de cada uno de nosotros. Esto sucede en el más amplio contexto social.

Con el salmista nos preguntamos: ¿Por qué te deprimes, alma mía?

¿Por qué te inquietas? Espera en Dios. Renovamos y reforzamos nuestra fe y continuamos a confiar en el Señor, por que él está cerca del que sufre

y salva a los que están abatidos. Y esta esperanza al final no desilusiona.

Es verdaderamente en Cristo que comprendemos el pleno significado del sufrimiento. Durante esta meditación, contemplaremos con angustia el aspecto doloroso del sufrimiento de Jesús, pondremos también atención a su valor redentor. Era según el proyecto de Dios que el “Mesías habría debido sufrir”, y que estos sufrimientos deberían ser por nosotros. La consciencia de esto nos llena de una viva esperanza. Es esta esperanza que nos mantiene alegres en la tribulación y perseverantes en la oración.

 

Un camino de fe y de esperanza es un largo camino espiritual, atento al más profundo diseño de Dios en los procesos cósmicos y en los eventos de la historia humana. Por que bajo la superficie de calamidades naturales, guerras, revoluciones y conflictos de todo tipo, hay una presencia silenciosa, hay una acción divina programada. Él permanece oculto en el mundo, en la sociedad, en el universo. La ciencia y la tecnología revelan las maravillas de su grandeza y de su amor “Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra

y su lenguaje, hasta los confines del mundo”. Él respira esperanza.

Revela sus planes a través de su “Palabra”, mostrando cómo se obtenga el bien del mal ya sea en los pequeños eventos de nuestra vida personal, ya sea en los grandes acontecimientos de la historia humana. Su “palabra” manifiesta la “gloriosa riqueza” del plan de Dios, que dice que él nos libra de nuestros pecados y que Cristo está entre ustedes, la esperanza de la gloria.

Que este mensaje de esperanza pueda resonar del Hoang-Ho al Colorado, del Himalaya a los Alpes y a los Andes, del Mississippi al Brahmaputra. Dice: “Sean fuertes y valerosos, todos los que esperan en el Señor”.

 

Oración

Mira, Señor omnipotente,

a la humanidad agotada por su debilidad mortal,

y haz que recobre la vida por la pasión de tu único Hijo.

El es Dios y vive y reina contigo,

en la unidad del Espíritu Santo,

por los siglos de los siglos.

 



PRIMERA ESTACION


 

Jesús en agonía en el Huerto de los olivos

 

Del Evangelio de Lucas 22, 41-44

 

Jesús, después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: "Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya". Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.

 

Meditación

 

Jesús estaba en agonía. Dolor y angustia se abatieron sobre él. El pecado de toda la humanidad lo oprimía pesadamente. Pero mientras más grande era el dolor, más intensa era su oración.

El dolor permanece siempre como un reto para nosotros. Nos sentimos abandonados. Nos olvidamos de orar y nos derrumbamos. Algunos hasta se quitan la vida. Pero si nos dirigimos a Dios, nos fortalecemos espiritualmente y nos acercamos a nuestros hermanos en dificultad.

Jesús continúa a sufrir en sus discípulos perseguidos. El Papa Benedicto XVI dice que también en nuestro tiempo “a la Iglesia no escasean mártires”. Cristo está en agonía entre nosotros y en nuestro tiempo.

Oramos por aquellos que sufren. El misterio del sufrimiento cristiano se encuentra en su valor redentor. Puedan las persecuciones, que los creyentes sufren, completar en ellos los padecimientos de Cristo, portadores de salvación.

 

 

Oración

 

Señor Jesús, haz que podamos comprender con más profundidad el gran “misterio del mal” y cuanto nosotros mismos hemos contribuido a el. Por que el sufrimiento ha entrado en la vida humana a través del pecado, tu designio ha previsto que la humanidad fuese salvada del pecado a través del sufrimiento. Qué ninguna de las pequeñas contrariedades, humillaciones y frustraciones en nuestras vidas cotidianas, y ninguna de las grandes desgracias que sufrimos y que nos llegan inesperadamente, se desperdicie. Unidas a la tuyas, puedan las tribulaciones que soportamos, por ti acogidas, producir esperanza.

Señor, enséñanos a ser compasivos no sólo con los hambrientos, los sedientos, los enfermos, o con aquellos que se encuentran en un particular estado de necesidad, sino también hacia cuantos son propensos a ser insolentes, polémicos y ofensivos. Para que de este modo, por que tú nos haz consolado en todas nuestras dificultades, podamos también nosotros “consolar aquellos que se encuentran en todo tipo de aflicción con la consolación con la cual nosotros mismos somos consolados por Dios”.

 

 

Pater noster...

 



SEGUNDA ESTACION


 

Jesús es traicionado por Judas y contiene a Pedro de la violencia

 

Del Evangelio de Lucas 22, 47-50

y según Mateo 26, 52.56

 

 

Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por el que se llamaba Judas, uno de los Doce. Este se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo: "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?" Los que estaban con Jesús, viendo lo que iba a suceder, le preguntaron: "Señor, ¿usamos la espada?" Y uno de ellos hirió con su espada al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. Jesús le dijo: "Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. 
 Meditación

 

Es un amigo de confianza, aquel que traiciona a Jesús, y lo hace con un beso. La manera con la que Jesús ha enfrentado la violencia, contiene un mensaje para nuestros tiempos. La violencia es suicida – dice a Pedro- y no se derrota con más violencia, sino con una energía espiritual superior, que se extiende a los demás en forma de amor que sana. Jesús toca al siervo del sumo sacerdote y lo sana. También hoy, el hombre violento puede tener necesidad de un gesto que sana, que brota de un amor que trasciende las cuestiones inmediatas.

En tiempos de conflicto entre las personas, grupos étnicos y religiosos, naciones intereses económicos y políticos, Jesús dice que el enfrentamiento y la violencia no son la respuesta, sino el amor, la persuasión y la reconciliación. También cuando pareciera que no logramos tener éxito en estos esfuerzos, plantamos semillas de paz que producirán frutos en el tiempo justo. Lo justo de nuestra causa es nuestra fuerza.

 

Oración

 

Señor Jesús, nos consideras tus amigos, aunque encontramos huellas de infidelidad en nosotros mismos. Reconocemos nuestras transgresiones. A veces somos presuntuosos y demasiado seguros de nosotros mismos. Y caemos. No permitas que la avaricia, la concupiscencia o el orgullo nos sorprendan.

¡Con cuanta desconsideración vamos tras satisfacciones efímeras e ideas indemostrables! Haz que no seamos “arrastrados de aquí a allá por el viento de cualquier doctrina, Por el contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza”.

 

Que la verdad y la sinceridad de las intenciones puedan ser nuestra fuerza. Frena Señor, nuestro ímpetu en situaciones de violencia, como haz frenado el carácter impulsivo de Pedro. Mantennos serenos en el espíritu ante la oposición, o el tratamiento injusto. Persuádenos que “una respuesta amable calma la cólera” en nuestras familias, y que la “bondad” unida a la “sabiduría” trae serenidad a la sociedad.

 

“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz”.

 

 

Pater noster...

 

 



TERCERA ESTACION


 

Jesús es condenado por el Sinedrio

 

Del Evangelio según san Mateo 26,62-66

 

El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué es lo que estos declaran contra ti?" Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió: "Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios". Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en adelante verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo". Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia. ¿Qué les parece?" Ellos respondieron: "Merece la muerte".

 

Meditación

 

En cada lugar de la tierra han existido personas inocentes que han sufrido, personas que han muerto combatiendo por la libertad, la igualdad o la justicia. Aquellos que luchan a favor de los “pequeños de Dios” promueven la obra misma de Dios. Por que él defiende los derechos de los débiles y de los oprimidos. Todo aquel que, en el espíritu de Jesús, colabora a esta obra, lleva esperanza a los oprimidos, y ofrece un mensaje de corrección a aquel que obra el mal.

 

La manera de Jesús de combatir por la justicia no es aquella de suscitar la ira colectiva de las personas contra el opositor, con la consecuencia que son empujadas a formas de mayor injusticia. Al contrario, es de desafiar al enemigo con la razón de la propia causa y de suscitar la buena voluntad del opositor de tal manera que se desista de la injusticia con la persuasión y la conversión del corazón. El Mahatma Gandhi llevó a las calles con sorprendente suceso esta enseñanza de Jesús sobre la no- violencia.

 

Oración

 

Señor, a menudo juzgamos rápidamente a los demás ¡indiferentes a la realidad de los hechos e insensibles a los sentimientos de las personas! Ponemos en acción estrategias de auto justificación y buscamos explicar en modo irresponsable la manera en la que nos hemos comportado con el “otro”. ¡Perdónanos!

Cuando somos juzgados mal y tratados injustamente danos Señor, la paz interior y la confianza que tu hijo ha manifestado ante la injusticia. Preservamos de una respuesta agresiva que iría contra tu Espíritu. Por el contrario, ayúdanos a llevar tu potente Palabra en situaciones de tensión y de temor, para que pueda revelar su poder dinámico en la historia.

 

En su voluntad se encuentra nuestra paz.

 

 

 

Pater noster...

 

 



CUARTA ESTACION


 

Jesús es negado por Pedro

 

Del Evangelio según Lucas 22,54-62

 

Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. Encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor de él y Pedro se sentó entre ellos. Una sirvienta que lo vio junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: "Este también estaba con él". Pedro lo negó, diciendo: "Mujer, no lo conozco". Poco después, otro lo vio y dijo: "Tú también eres uno de aquellos". Pero Pedro respondió: "No, hombre, no lo soy". Alrededor de una hora más tarde, otro insistió, diciendo: "No hay duda de que este hombre estaba con él; además, él también es galileo". "Hombre, dijo Pedro, no sé lo que dices". En ese momento, cuando todavía estaba hablando, cantó el gallo. El Señor, dándose vuelta, miró a Pedro. Este recordó las palabras que el Señor le había dicho: "Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces". Y saliendo afuera, lloró amargamente.

Meditación

 

Pedro afirmaba ser fuerte, pero se derrumbó ante una joven sirvienta. La debilidad humana nos toma por sorpresa y caemos. He aquí el por qué Jesús nos pide velar y orar. Y nos exhorta a renunciar a nosotros mismos y a acercarnos a Dios.

Dentro de nosotros existe un “yo” rebelde. A menudo estamos divididos interiormente, pero no logramos darnos cuenta de esta incoherencia interna. Pedro la reconoció, cuando sus ojos encontraron con los ojos de Jesús, y entonces lloró. Más tarde, Tomás, encontrando al Señor resucitado, se dio cuenta de la propia infidelidad y creyó. Pablo, en la luz de Cristo, se dio cuenta de la interna contradicción y la superó con su ayuda, llegando finalmente al descubrimiento: “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”

 

Oración

 

Señor, ¡con cuanta facilidad toleramos una cada vez mayor divergencia entre aquello que profesamos de ser y aquello que somos en realidad! Cuan a menudo no logramos llevar adelante nuestras mismas decisiones y ¡ni siquiera a cumplir nuestras más solemnes promesas! En consecuencia, dudamos a menudo en el momento de tomar un compromiso definitivo, incluso contigo.

Confesamos que no hemos logrado traer a nuestra vida aquella disciplina interior, que se espera de toda persona adulta y se requiere para el éxito de todo proyecto humano. Concede firmeza a nuestra determinación interior. Ayúdanos a llevar a buen término toda buena obra iniciada. Haznos capaces de ser firmes, perfectos y adherentes a todos los deseos de Dios.

 

 

Pater noster...

 

 



QUINTA ESTACION


 

Jesús es juzgado por Pilato

 

Del Evangelio de Lucas 23,22-25

 

Por tercera vez Pilato les dijo: "¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad". Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.

 

Meditación

 

No era la justicia de una cuestión lo que importaba a Pilato sino sus intereses personales. Una actitud similar no lo ayudó en este caso, ni en su sucesiva carrera. Era tan diverso de Jesús, a quien la rectitud interior rendía intrépido

Y Pilato no estaba interesado ni siquiera en la verdad. Se aleja de Jesús exclamando: ¿Qué cosa es la verdad? Hoy en día una indiferencia tal en relación a la verdad no es infrecuente. A menudo la gente se preocupa de aquello que produce satisfacción inmediata. Se contenta con respuestas superficiales. Se toman decisiones no sobre la base de principios de integridad, sino de consideraciones oportunistas. No escogiendo opciones moralmente responsables, se dañan los intereses vitales de la persona humana y de la familia humana. Oremos para que las “concepciones espirituales y éticas” contenidas en la Palabra de Dios inspiren las normas de la vida de la sociedad en nuestro tiempo.

 

 

Oración

 

Señor, danos el valor de asumir decisiones responsables cuando brindamos un servicio público. Infunde probidad en la vida pública y ayúdanos a “conservar la fe y una buena consciencia”.

Señor, tú eres la fuente de toda Verdad. Guíanos en nuestra búsqueda de respuestas definitivas. Haz que, dejándonos atrás explicaciones sólo parciales e incompletas, podamos buscar aquello que es permanentemente verdadero, bello y bueno.

Señor, mantennos intrépidos ante “las pedradas y las flechas de la adversa fortuna”. Cuando las sombras se condensan sobre los pesados caminos de la vida y llega la noche oscura, haznos capaces de escuchar la enseñanza del apóstol Pablo “Estén atentos, permanezcan firmes en la fe, compórtense varonilmente, sean fuertes.”

 

Pater noster...

 

 



SEXTA ESTACION


 

Jesús es flagelado y coronado de espinas

 

Del Evangelio según Mateo 27,26-30

 

Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado. Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia alrededor de él. Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo. Luego tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y, doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: "Salud, rey de los judíos".

Y escupiéndolo, le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza.

 

Meditación

 

Lo inhumano alcanza nuevas cumbres. Jesús es flagelado y coronado de espinas. La historia está llena de odio y guerras. También hoy somos testigos de violencia más allá de lo creíble: homicidios, violencias sobre mujeres y niños, secuestros, extorsiones, conflictos étnicos, violencia urbana, tortura física y mental, violación de los derechos humanos.

Jesús continúa sufriendo cuando los creyentes son perseguidos, cuando la justicia es administrada en manera torcida en los tribunales, cuando la corrupción está enraizada, las estructuras injustas aplastan a los pobres, las minorías son oprimidas, los refugiados e inmigrantes maltratados. Jesús es despojado de sus vestidos cuando la persona humana es deshonrada en las pantallas, cuando las mujeres son obligadas a humillarse, cuando los niños de los barrios pobres van por las calles a recoger desperdicios.

¿Quiénes son los culpables? No señalemos a los demás, por que también nosotros hemos podido tener parte en estas formas de inhumanidad.

 

Oración

 

Señor Jesús, sabemos que eres tú quien sufre cuando somos motivo de sufrimiento el uno para el otro y permanecemos indiferentes. Tu corazón se ha compadecido cuando haz visto las masas cansadas como ovejas sin pastor. “Dame ojos que noten las necesidades de los pobres y un corazón que se prodigue por amor. Dame la fuerza de hacer mi corazón fecundo en el servicio”.

Sobretodo, haz que podamos compartir con el indigente tu “Palabra” de esperanza, la seguridad de tu ayuda. Que el celo por tu casa pueda arder en nosotros como fuego. Ayúdanos a llevar el sol vivo de tu gozo en la vida de aquellos que se arrastran a lo largo de las vías de la desesperación.

 

Pater noster...

 

 



SEPTIMA ESTACION


 

Jesús, hecho objeto de burla, es llevado para ser crucificado

 

 

Del Evangelio según Mateo 27, 31

 

Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar.

 

Meditación

 

Jesús, en cuyo nombre toda rodilla se dobla en los cielos y en la tierra, ha sido objeto de burla. Estamos estupefactos en el constatar los niveles de brutalidad en los que el ser humano puede caer. También hoy Jesús es humillado en nuevas formas: cuando entre las realidades más sagradas y profundas de la fe son banalizadas, cuando se deja que el sentido del sacro se descomponga y el sentimiento religioso es clasificado entre los restos indeseados de la antigüedad.

En la vida pública todo corre peligro de ser desacralizado: personas, lugares, promesas, oraciones, practicas, palabras, escritos sacros, formulas religiosas, símbolos, ceremonias. Nuestra vida social se convierte cada vez mas secularizada. Lo sacro es cancelado. La vida religiosa se vuelve tímida. Así vemos que las cuestiones importantes son colocadas entre las banalidades glorificadas. Valores y normas, que mantenían unidas las sociedades y guiaban a los pueblos a los más altos ideales son objeto de burla y echadas al mar. Jesús continua a ser ridiculizado!

 

Oración

 

Tenemos fe, Señor pero no la suficiente. Haz que jamás pongamos en duda o nos burlemos con cinismo de los aspectos serios de la vida. Concédenos de no perder la vía en el desierto de la ausencia de Dios. Haznos capaces de percibirte en la brisa ligera y de verte en los ángulos del camino. De amarte en el niño por nacer.

Dios, haznos comprender que sobre el Tabor o el Calvario, tu hijo es el Señor. Con los vestidos esplendidos o despojado de los vestidos, él es el salvador del mundo. Haznos atentos a su presencia silenciosa: en su “Palabra”, en los tabernáculos, santuarios, lugares humildes, personas simples, la vida de los pobres, la risa de los niños, los pinos que susurran, las colinas onduladas, la mas diminuta célula viviente, el átomo más pequeño y las distantes galaxias.

 

Haz que podamos mirarlo maravillados mientras camina sobre las aguas del Rin, del Nilo o del Tanganica.

 

Pater noster...

 

 



OCTAVA ESTACIÓN


 

Jesús es ayudado por el Cireneo a llevar la Cruz

 

 

Del Evangelio según Lucas 23,26

 

Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús.

 

 

Meditación

 

En Simón de Cirene tenemos el prototipo del discípulo fiel que toma sobre sí la cruz y sigue a Cristo. No es diverso de millones de cristianos de humildes orígenes, con un profundo apego a Cristo. Carentes de encanto, de refinamiento, pero con una fe profunda. Hombres y mujeres con esta fe siguen creciendo en tierra de África y de Asia y en las islas lejanas. En medio de ellos florecen las vocaciones.

Simón nos recuerda las pequeñas comunidades y tribus con su característico compromiso por el bien común, un profundo arraigo en los valores éticos y la apertura al Evangelio. Merecen atención y cuidado. El Señor no quiere que “que se pierda ni uno solo de estos pequeños”. En Simón descubrimos la sacralidad de lo ordinario y la grandeza de aquello que parece pequeño. ¡Pues que la realidad más pequeña tiene algo de mística relación con la más grande y la ordinaria con la más extraordinaria! 
 Oración

 

Señor, en tu maravilloso plan tu elevas a los humildes y sostienes a los pobres. Refuerza tu Iglesia en su servicio a las comunidades desaventajadas: los menos privilegiados, los marginados, los braceros, los pobres de las áreas rurales, los desnutridos, los intocables, los minusválidos, las víctimas de varias formas de dependencia.

Pueda el ejemplo de tu sierva, Madre Teresa de Calcuta, inspirarnos e inducirnos a dedicar más energías y recursos a la causa de los “más pobres entre los pobres”. Podamos también nosotros un día escuchar de Jesús estas palabras “porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".

 

 

Pater noster...

NOVENA ESTACIÓN

 

Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

 

 

Del Evangelio según Lucas 23, 27-28

 

Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

 

Meditación

 

Ante las mujeres en lágrimas, Jesús se olvida de sí mismo. No se preocupa del propio sufrimiento, sino del trágico futuro que le les aguarda a ellas y a sus hijos.

 

Los destinos de la sociedad están estrechamente conectados con el bienestar de sus mujeres. En cualquier parte donde son tenidas en baja estima o su papel queda disminuido, las sociedades no logran elevarse hasta alcanzar su auténtica potencialidad. De la misma manera, en cualquier parte su responsabilidad hacia las nuevas generaciones es relegada, ignorada o marginada, el futuro de aquella sociedad se hace incierto.

En muchas sociedades del mundo las mujeres no reciben un tratamiento equitativo. Cristo probablemente llora por ellas. También existen sociedades que no se preocupan del propio futuro. Cristo probablemente llora por sus hijos. En cualquier parte donde no existe preocupación por el futuro, mediante el uso excesivo de los recursos, el degrado del ambiente, la opresión de las mujeres, el abandono de los

valores familiares, la ausencia del respeto de las normas éticas, el abandono de las tradiciones religiosas, Jesús continúa a decir a la gente “¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos”.

 

Oración

 

Señor, tú eres el Dueño de la historia. Sin embargo has querido nuestra colaboración en el llevar a cumplimiento tus planes. Ayuda a cada uno a desarrollar en modo responsable el propio papel en la sociedad: los jefes en sus comunidades, los padres en sus familias, los educadores y los trabajadores sanitarios en el ámbito de la propia tarea, los comunicadores en el mundo de la información. Suscita en nosotros el sentido de la misión en aquello que hacemos, un profundo sentido de responsabilidad los unos para con los otros, hacia la sociedad, hacia nuestro común futuro y hacia ti, ya que has puesto en nuestras manos los destinos de nuestras comunidades y de la humanidad misma.

 

Señor, no distraigas de nosotros tu mirada cuando ves mujeres humilladas o cuando tu imagen viene desfigurada en la persona humana; cuando interferimos en los sistemas de vida, cuando debilitamos el poder nutritivo de la naturaleza, contaminamos las corrientes de agua, el azul profundo de los mares o las nieves del Septentrión. Sálvanos de la indiferencia cruel por nuestro futuro común y no permitas que arrastremos nuestra civilización por el sendero del degrado.

 

 

Pater noster...

DECIMA ESTACIÓN

 

Jesús es crucificado

 

Del Evangelio de Lucas 23, 33-37

Del Evangelio según Mateo 27,46

 

Cuando llegaron al lugar llamado "del Cráneo", lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos. El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: "Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!" También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!" Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: "Elí, Elí, lemá sabactani", que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

 

 

Meditación

 

Los sufrimientos de Jesús alcanzan su cúlmen. Había permanecido impávido ante la presencia de Pilato. Había soportado los malos tratos de los soldados romanos. Había conservado el control de sí durante la flagelación y la coronación de espinas. Incluso sobre la Cruz parecía no ser embestido por la tempestad de los insultos. No tenía palabras de lamento, ni deseos de represalia. Pero luego, al final, llega el momento en el cual mengua. Ya no tiene la fuerza para resistir. ¡Se siente abandonado inclusive por su Padre!

La experiencia nos dice que también el hombre más fuerte puede descender a los abismos de la desesperación. Las frustraciones se acumulan, la ira y el resentimiento añaden su propio peso. Enfermedades, malas noticias, desgracias, maltratamientos -todo puede llegar al mismo tiempo. Puede habernos sucedido también a nosotros. Es en estos momentos que tenemos necesidad de recordar que Jesús no nos deja nunca. Él se dirige al Padre con un grito. Que también nuestro grito se dirija al Padre que constantemente nos ayuda en nuestra angustia, en cualquier momento nosotros lo invoquemos.

 

Oración

 

Señor, cuando las nubes se adensan al horizonte y todo parece perdido, cuando no encontramos amigos que estén cerca de nosotros y la esperanza resbala de nuestras manos, enseñarnos a confiar en que vendrás con certeza en nuestra ayuda. Que pueda la experiencia del dolor y de la oscuridad interior enseñarnos la gran verdad que de que en ti nada está perdido, que hasta nuestros pecados –una vez reconocidos en el arrepentimiento-- sirven para algo, como leña seca en el frío del invierno.

 

Señor, tú has concebido un diseño universal detrás de los mecanismos del universo y el progreso de la historia. Abre nuestros ojos a los ritmos y a los movimientos de las estrellas, al equilibrio y a la proporción en la estructura interna de los elementos, a la interdependencia y complementariedad en la naturaleza, al progreso y a la finalidad en el curso de la historia, a la corrección y compensación en nuestras historias personales. Es ésta la armonía, que tú no cesas de buscar a pesar de los dolorosos desequilibrios que causamos. En ti también la pérdida más grande es ganancia. La muerte de Cristo en efecto es un preludio de resurrección.

 

 

Pater noster...





UNDICESIMA ESTACIÓN

 

Jesús promete su reino al buen ladrón

 

 

Del Evangelio según Lucas 23, 39-43

 

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros". Pero el otro lo increpaba, diciéndole: "¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo". Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino". Él le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso".

 

 

Meditación

 

No es la elocuencia la que convence y convierte. Es una mirada de amor en el caso de Pedro; la serenidad sin resentimiento en el sufrimiento, en el caso de el buen ladrón. La conversión adviene como un milagro. Dios abre tus ojos. Tu reconoces su presencia y su acción. ¡Te rindes!

Optar por Cristo es siempre un misterio. ¿Por qué se hace una elección definitiva por Cristo, también en la perspectiva de dificultad o de la muerte? ¿Por qué los cristianos florecen en los lugares de persecución? No lo sabremos nunca. Pero sucede continuamente. Si una persona que ha abandonado la fe encuentra el verdadero rostro de Cristo, será aturdida por aquello que ve realmente y podría rendirse como Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!". Es un privilegio develar el rostro de Cristo a las personas. Es una alegría también más grande descubrirlo, o redescubrirlo.

“Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí”.

 

Oración

 

Oh Señor, hoy yo clamo a ti en lágrimas: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino". Es a este Reino que yo confiadamente anhelo. Es la eterna casa que has preparado para todos aquellos que te buscan con corazón sincero. “Lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, Dios lo preparó para los que lo aman”. Ayúdame, Señor, mientras recorro con fatiga por el camino hacia mi eterno destino. Disipa la oscuridad a lo largo de mi camino y mantén mis ojos elevados hacia lo alto.

 

“Guíame, oh luz benigna,

en las tinieblas que me circundan.

¡Guíame tu!

La noche es oscura y yo estoy lejos de casa.

¡Guíame tu!

Sostén mi camino;

no pido más que ver el horizonte lejano;

me basta un paso a la vez”

 

Pater noster...

DECIMOSEGUNDA ESTACION

 

La madre de Jesús y el discípulo que él amaba a los pies de la Cruz

 

Del Evangelio según Juan 19,25-27

 

Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

 

 

Meditación

 

En el sufrimiento anhelamos la solidaridad. María, la madre, nos recuerda el amor, el apoyo y la solidaridad al interno de la familia, Juan la lealtad al interno de la comunidad. Cohesión familiar, lazos comunitarios, vínculos de amistad son esenciales para el florecimiento de los seres humanos. En una sociedad anónima pierden vigor. Cuando faltan, nuestra misma humanidad se debilita. Además en María no notamos el mínimo signo de resentimiento; no una palabra de amargura. La Virgen se convierte en un arquetipo del perdón en la fe y en la esperanza. Nos indica el camino hacia el futuro. También aquellos que quisieran responder a la injusticia violenta con una “justicia violenta” saben que esta no es la respuesta resolutiva. El perdón suscita la esperanza.

Existen también ofensas históricas que por siglos hieren las memorias de la sociedad. Si no transformamos nuestra ira colectiva en nuevas energías de amor a través del perdón, pereceremos conjuntamente. Cuando el alivio llega mediante el perdón, encendemos una luz que anuncia futuras posibilidades para “la vida y el bienestar” de la humanidad.

 

Oración

 

Señor Jesús, tu madre ha permanecido silenciosamente a tu lado en tu agonía final. Ella que permanecía escondida, cuando te aclamaban como a un gran profeta, está junto a ti en tu humillación. Haz que tenga el valor de permanecer leal también donde no te reconocen. Haz que no me sienta nunca en embarazo por pertenecer al “pequeño rebaño”.

Señor, hazme recordar que también aquellos que considero mis “enemigos” pertenecen a la familia humana. Si me tratan injustamente, haz que mi oración sea solo “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Puede suceder que en semejante contexto alguien reconozca improvisamente el verdadero rostro de Cristo y grite como el centurión: "¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!"

 

 

Pater noster...

DECIMOTERCERA ESTACIÓN

 

Jesús muere sobre la Cruz

 

Del Evangelio según Lucas 23,46

 

Jesús, con un grito, exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Y diciendo esto, expiró.

 

 

Meditación

 

Jesús entrega su espíritu al Padre con sereno abandono. Aquello que sus perseguidores consideraban un momento de derrota se demuestra de hecho un momento de triunfo. Cuando un profeta muere por la causa que ha sostenido, da la prueba definitiva de todo aquello que ha dicho. La muerte de Cristo es algo más. Lleva la redención. “En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados”.

Con esto inicia para mí un camino místico: Cristo me atrae más cerca a sí hasta que no le pertenezca plenamente. “Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua,

así mi alma suspira por ti, mi Dios. ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?

 

Oración

 

Señor Jesús, por mis pecados has sido clavado en la Cruz. Ayúdame a adquirir mayor conciencia de la gravedad de mis culpas y de la inmensidad de tu amor. “En efecto, cuando todavía éramos débiles Cristo murió por los pecadores”. Confieso mis pecados, como en su tiempo lo hicieron los profetas:

“Hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos. No hemos escuchado a tus servidores los profetas...”.

Nada en mí merecía tu benevolencia. Te doy gracias por tu inconmensurable bondad hacia mí. Ayúdame a vivir para ti, conforma mi vida a ti, de modo que esté unido a ti y pueda ser una criatura nueva.

 

Cristo esté conmigo, Cristo dentro de mí,

Cristo atrás de mi, Cristo delante de mí,

Cristo junto a mí, Cristo me conquiste,

Cristo me consuele, Cristo me alivie.

 

 

Pater noster...

 

DECIMO CUARTA ESTACIÓN

 

Jesús es bajado de la Cruz y colocado en el sepulcro

 

Del Evangelio según Marcos 15,46

 

José de Arimatea compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después, hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

 

 

Meditación

 

Las tragedias nos hacen reflexionar. Un Tsunami nos dice que la vida va tomada seriamente. Hiroshima y Nagasaki permanecen lugares de peregrinación. Cuando la muerte golpea de cerca nos asomamos a otro mundo. Entonces nos liberamos de las ilusiones y tenemos la percepción de una realidad más profunda. Antiguamente la gente en India rezaba así: “Condúceme de lo irreal a lo real, de la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad”.

Después de que Jesús hubo dejado esta tierra, los cristianos comenzaron a mirar atrás y a comprender su vida y su misión. Llevaron su mensaje a los extremos de la tierra. Este mensaje es el mismo Jesucristo, que es “fuerza y sabiduría de Dios”. Dice que la realidad es Cristo y que nuestro destino definitivo es el de estar con El.

 

Oración

 

Señor Jesús, mientras caminamos con pena por el fatigoso camino de la vida, ayúdanos a ser capaces de tener una idea de nuestro destino definitivo. Y cuando finalmente atravesemos el último umbral, sepamos que “no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor”, y que Dios enjugará cada lágrima de nuestros ojos.

Es esta Buena Nueva que deseamos anunciar “de una u otra manera”, también el los lugares donde Cristo no ha sido conocido nunca. Por esto nos comprometemos a fondo, trabajando día y noche hasta el agotamiento. Señor haznos eficaces mensajero de la Buena Nueva.

“Porque yo sé que mi Redentor vive y que él, el último, se alzará sobre el polvo. Y después que me arranquen esta piel, yo, con mi propia carne, veré a Dios”.

 

 

 

Pater noster...

 

 

 

 

 

 

  








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