Finaliza la semana de ejercicios espirituales del Papa y la Curia Romana en el Vaticano
con un especial agradecimiento al cardenal Arinze, y “su teología marcada por un sano
realismo”
Sábado, 7 mar (RV).- Benedicto XVI ha concluido esta mañana, junto a sus colaboradores
de la Curia Romana los Ejercicios Espirituales de Cuaresma que han tenido lugar en
la Capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico del Vaticano durante toda esta
semana. Las meditaciones de estos ejercicios han estado a cargo del cardenal nigeriano
Francis Arinze prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos.
El Santo Padre, que anunció el comienzo de esta práctica
piadosa el pasado domingo antes del rezo mariano del Ángelus y que comenzó la misma
tarde del domingo, esta mañana al final de los Ejercicios ha dirigido unas palabras
de agradecimiento al cardenal Arinze “por las mediaciones -que como ha dicho- nos
han iluminado y ayudado a renovar nuestro sacerdocio. No han sido acrobacias teológicas,
sino sana doctrina: el pan bueno de nuestra fe.
El Papa ha explicado que oyendo
las reflexiones del purpurado ha recordado la profecía del profeta Ezequiel interpretada
por san Agustín. “En el Libro de Ezequiel, el Señor-Dios-Pastor dice al pueblo: “Yo
guiaré a mis ovejas sobre los montes de Israel, sobre los pastos herbosos”. San Agustín
comenta que “los montes de Israel y los pastos herbosos” son la Sagrada Escritura
y la Palabra de Dios que nos alimentan. De la misma manera, ha indicado el Pontífice,
la predicación del cardenal Arinze “ha estado impregnada de la Sagrada Escritura,
con una gran familiaridad con la Palabra de Dios”.
“Su teología como ya he
dicho no es una teología abstracta, sino marcada por un sano realismo. Siempre he
admirado y me ha gustado esta experiencia concreta de 50 años de sacerdocio, de obispo
con la cual usted ha hablado, ha concretizado nuestra fe y nos ha dicho palabras justas,
concretas para nuestra vida y nuestro comportamiento como sacerdotes.
Benedicto
XVI ha afirmado también que los Ejercicios Espirituales empezaron con la “fascinadora
historia” de los primeros discípulos que siguen a Jesús. “Inseguros y tímidos aún,
piden al Maestro dónde vive. Él les responde: “Venid y veréis”. “Para ver -ha dicho
el Papa- debemos ir, debemos caminar y seguir a Jesús. Jesús nos precede siempre y
sólo andando y siguiéndole, podremos ver. Jesús habita en su Iglesia, en su Palabra,
en la Santísima Eucaristía”.