Sábado, 7 mar (RV).- El habitual editorial Octava Dies del director de nuestra emisora,
padre Federico Lombardi, está dedicado hoy al mensaje de Benedicto XI para la Jornada
Mundial de la Juventud de este año y que lleva por título: “Jóvenes y Esperanza”.
¡Es
muy hermoso el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Juventud de este año,
que se celebra a nivel diocesano el Domingo de Ramos! Habla de esperanza. Se relaciona,
naturalmente con la última encíclica del Papa Benedicto -titulada precisamente: “Spe
salvi: es decir, salvados por la esperanza”-, pero se dirige específicamente a las
nuevas generaciones, naturalmente abiertas a los ideales, a los sueños, a los proyectos,
que pueden y deben encontrar la manera de traducir la esperanza en señales concretas
en el curso de los años venideros. “La cuestión de la esperanza está en el centro
de nuestra vida de seres humanos y de nuestra misión de cristianos, sobre todo en
la época contemporánea”, dice el Papa, y continúa estimulando el sentido de responsabilidad
de los jóvenes: “la juventud es el tiempo en el que maduran las opciones decisivas
para el resto de la vida”.
Ir más allá de las esperanzas
pequeñas y efímeras para poner el corazón en la “gran esperanza”, que da sentido a
la existencia, la esperanza que se apoya en Jesucristo y en su Evangelio. Sobre esta
base sólida se puede aprender a ser pacientes y perseverantes, a desenmascarar la
idolatría del dinero, de la carrera y del éxito, a poner las capacidades personales
al servicio del bien común, de la verdad, del amor al prójimo. La juventud debe ser
la edad de la alegría; pero sin esperanza no hay posibilidad para la alegría. El cristiano
auténtico, en cambio -concluye el Papa- no está jamás triste, aunque deba afrontar
pruebas difíciles, porque la presencia y la amistad con Jesús es el secreto de su
alegría y de su paz. La Iglesia continúa invitando a la juventud del mundo a mirar
hacia adelante.