2009-03-05 16:56:15

Mons. Arizmendi propone revisar el sistema económico mundial, un modelo injusto y generador de injusticias


Jueves, 5 mar (RV).- “Como pastores, no podemos permanecer indiferentes ante las incertidumbres, las penas y los sufrimientos de muchas personas. No debemos asemejarnos a los sacerdotes y levitas del Antiguo Testamento, que se reducían a cumplir sus servicios en el templo y nada hacían por los pobres, heridos por el camino. A nadie debería extrañar que abordemos estos temas, desde la perspectiva del Evangelio”.

Es la explicación del obispo mexicano de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel explicando las razones del encuentro en Roma, mañana viernes y el sábado, de los miembros de la Asociación alemana "Misereor" y una veintena de obispos, expertos y laicos latinoamericanos, que ya en ocasiones pasadas han reflexionado sobre temas como la deuda externa y la marginación y exclusión social.

Mons. Arizmendi explica su viaje a Roma en un artículo en el que afirma, citando la Encíclica Deus caritas est, que “la Iglesia no puede, ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de la argumentación racional y debe despertar las fuerzas espirituales, sin las cuales la justicia, que siempre exige también renuncias, no puede afirmarse ni prosperar. La sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política. No obstante, le interesa sobremanera trabajar por la justicia esforzándose por abrir la inteligencia y la voluntad a las exigencias del bien” (Deus caritas est, 28).

El obispo de San Cristóbal de las Casas propone una serie de medidas e interrogantes para afrontar la crisis actual, como “una revisión del sistema económico mundial”; cuyo modelo el prelado define como “injusto y generador de injusticias, pues para sostenerse requiere explotación, exclusión y destrucción”. Mons. Arizmendi habla de este encuentro en Roma, que no puede reducirse a “quejas y lamentos, culpando al neoliberalismo como la única raíz de los males”, ni “discursos virulentos contra lo establecido” de cariz antisistema y muy de izquierda, pero que nada modifican.

Para el prelado “el cambio global nos trasciende; pero hay cosas sencillas que podemos hacer”. De hecho el obispo propone generar el cambio desde abajo y desde adentro y para ello sugiere una serie sencilla de medidas como evitar gastos superfluos y educar a los hijos a reducir caprichos. Suprimir cosas y costumbres superfluas, ahorrar, adoptar comportamientos ecológicos y de respeto a la naturaleza y compartir los bienes con los pobres, los migrantes, los presos, los enfermos, los ancianos, los huérfanos y las viudas. “La austeridad personal y la fraternidad con los que sufren más que tú, escribe el prelado mexicano, te hará disfrutar lo que tienes y colaborar para un mundo nuevo”.







All the contents on this site are copyrighted ©.