2009-02-26 18:38:34

Jornada Misionera del Día de Hispanoamérica: “América con Cristo vive la misión”


Jueves, 26 feb (RV).- “América con Cristo vive la misión”, es el tema de la Jornada Misionera del Día de Hispanoamérica que cada año celebra la Conferencia Episcopal española el 1 de marzo. La celebración del Día de Hispanoamérica sirve para sintonizar con el momento eclesial que viven las Iglesias hermanas, explican los obispos españoles en un comunicado, recordando que se pone en el centro de la conmemoración el documento de Aparecida.

En dicho documento Jesucristo es la centralidad, y en Él Dios Padre nos ha ofrecido su Reino de verdad, de justicia y de paz. Cristo es el camino, la verdad y la vida. Llevar a Cristo a las personas y a las sociedades latinoamericanas es ponerse en camino para la verdadera transformación de aquellos pueblos.

Con la Jornada Misionera del Día de Hispanoamérica se pone la mirada abierta a la esperanza y animados por la fuerza del Espíritu. Es un día para prestar especial atención al gran puente que une a aquellas Iglesias con las de España, desde hace siglos, y las de esta geografía generosa con las de aquel continente. En la gran casa de la familia humana, que es la Iglesia, España mira a Hispanoamérica con especial atención.

El Papa Benedicto XVI, en el discurso inaugural de la Conferencia de Aparecida, dio una explicación de las primeras palabras del lema “América con Cristo”: “¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente”.

“América Latina también está experimentando la crisis de fe propia de otras sociedades occidentales, motivo por el cual un mensaje de la Santa Sede considera que hacen falta misioneros que no anuncien teorías, sino el encuentro con Cristo vivo”. Es la propuesta que presenta el mensaje que ha enviado la presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina con motivo del Día de Hispanoamérica en las diócesis de España, que se celebrará el domingo 1 de marzo de 2009.

La misiva ofrece un análisis de la realidad que vive en estos momentos el subcontinente, que "experimenta cambios vertiginosos en los diferentes ámbitos de la vida política, económica, social, e incluso religiosa, que ejercen una notoria influencia, no siempre positiva, en la vida privada de las personas y exigen, por lo tanto, la mirada atenta de la Iglesia".

El mensaje está firmado por el cardenal italiano Giovanni Battista Re y por el arzobispo mexicano Octavio Ruiz Arenas, respectivamente presidente y vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Por un lado, analizan en la misiva el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación, realidades que, "aún siendo buenas en sí mismas en cuanto expresión del progreso humano, han traído aparejadas una aguda crisis de sentido y de valores, como también una grave dificultad, cada vez más común entre las personas, para ver el mundo exterior con objetividad y entrar en contacto con la Verdad". Mientras que por otro lado, el mensaje presenta "el contexto social, económico y político de América Latina, marcado por la miseria y por las diferencias cada vez más profundas entre ricos y pobres, y en el que quisieran surgir nuevamente modelos ideológicos que ya anteriormente se han demostrado ineficaces como respuesta a los problemas sociales".

Ahora bien, advierte la Santa Sede, "no son las mismas realidades políticas o sociales las que contienen la respuesta a la crisis de valores. Ésta se ha de encontrar sólo poniendo a Dios en el centro. En ello se ha de concentrar la misión actual de la Iglesia". "América Latina en la actualidad necesita rescatar y reafirmar los valores cristianos que están en la raíz de su cultura y de sus tradiciones. Es urgente y necesario hacer llegar la luz del Evangelio a la vida pública, cultural, económica y política", afirma.

“Ante la crisis de fe en el presente de América Latina urge dar a conocer a Cristo y anunciar su Palabra con ardor a los hombres y mujeres del continente, para lo cual debemos fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios", asegura.

Anunciar el Evangelio, indica, "no consiste en una fría transmisión de una doctrina, sino fundamentalmente en testimoniar la propia experiencia de encuentro con una persona, con Jesucristo mismo, que constituye la única realidad que tiene la fuerza de abrir el corazón de los hombres al contacto con la Verdad". El mensaje concluye invitando a quienes sientan la llamada de Dios, particularmente sacerdotes, religiosas y religiosos, a ser misioneros en Latinoamérica para que pueda seguir siendo el "Continente de la Esperanza" para la Iglesia.







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