Benedicto XVI espera que el encuentro cristiano-musulmán de Roma «contribuya a que
Oriente Medio sea una tierra de diálogo y de fraterna colaboración, de respeto recíproco
y de paz, gracias al aporte responsable de todos los creyentes que habitan en ella»
Martes, 24 feb (RV).- «Que Oriente Medio sea tierra de diálogo y fraterna colaboración,
de respeto recíproco y de paz, gracias al aporte responsable de todos los creyentes».
Anhelo y mensaje de Benedicto XVI con ocasión del encuentro sobre el valor de las
Iglesias cristianas en esta región, con la participación de representantes islámicos.
Su
Santidad Benedicto XVI invoca la bendición divina sobre los participantes en el encuentro
dedicado al ‘Valor de las Iglesias cristianas en Oriente Medio. Cristianos y musulmanes
reflexionan juntos’. Y desea que esta cita, celebrada ayer en la Comunidad de San
Egidio, en Roma, brinde elementos útiles para que el diálogo entre cristianos y musulmanes,
sea «cada vez más fraterno, en especial en las regiones donde las comunidades cristianas
son minoritarias». Lo escribe el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone,
en una carta al presidente de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi.
Tras
destacar que este encuentro, que constituye un nuevo paso en el paciente y proficuo
itinerario del diálogo entre cristianos y musulmanes sobre temas de interés mutuo,
tiende a afrontar el nudo crucial de la presencia de comunidades cristianas en regiones
de marcada prevalencia islámica», el cardenal Bertone hace hincapié en que «el objetivo
es el de iluminar - gracias también a la participación de autorizados representantes
del mundo islámico - cómo la presencia de los cristianos en Oriente Medio representa
una verdadera riqueza para toda la sociedad y una significativa garantía de desarrollo
social, cultural y religioso».
Lamentando no haber podido participar en este
mismo encuentro, debido a sus compromisos ligados al servicio eclesial, el cardenal
Secretario de Estado de Benedicto XVI, se hace intérprete de los sentimientos de estima
y de amistad del Papa para con el presidente de la Comunidad de San Egidio y para
con los organizadores y participantes en esta reunión.
«El diálogo entre cristianos
y musulmanes es una necesidad vital de la cual depende, en larga medida, nuestro futuro».
Evocando estas palabras del Papa, en Colonia, en agosto de 2005, el cardenal Bertone,
recuerda también lo que dijo el Santo Padre, recientemente, recibiendo en el Vaticano
a los participantes en el foro católico-musulmán, promovido por el Pontificio Consejo
para el Diálogo Interreligioso.
Era el pasado 6 de noviembre, cuando, señalando
que «musulmanes y cristianos tienen planteamientos distintos en las cuestiones que
se refieren a Dios», Benedicto XVI dijo textualmente: «sin embargo, podemos y debemos
ser adoradores del único Dios, que nos ha creado y que se preocupa de cada persona
en todas las partes del mundo. Juntos debemos mostrar, con el respeto recíproco y
la solidaridad, que nos consideramos miembros de una sola familia: la familia que
Dios ha amado y reunido desde la creación del mundo hasta el fin de la historia humana».
Ese mismo día, Benedicto XVI reiteró que «el nombre de Dios puede ser sólo
un nombre de paz y hermandad, de justicia y de amor. Estamos llamados a demostrar
con palabras, pero sobre todo con los hechos, que el mensaje de nuestras religiones
es indefectiblemente un mensaje de armonía y de comprensión recíproca».
La
carta del cardenal Bertone termina asegurando el anhelo de Benedicto XVI de que «este
encuentro contribuya a que Oriente Medio sea una tierra de diálogo y de fraterna colaboración,
de respeto recíproco y de paz, gracias al aporte responsable de todos los creyentes
que habitan en ella».