Audiencia al embajador de Brasil: el Papa pide la promoción de los valores humanos
fundamentales, la defensa de la familia y la protección del ser humano desde su concepción
hasta la muerte natural y exhorta a defender una ética que ampare la existencia de
los embriones y su derecho de nacer
Lunes, 9 feb (RV).- El respeto de la dignidad de la vida humana, la resolución pacífica
de las divergencias, la paz en Oriente Medio y en todo el mundo. La familia y la lucha
contra la pobreza material y moral. En su cordial bienvenida al nuevo embajador de
Brasil, el Papa ha recordado, esta mañana, su viaje a esta nación y las convergencias
de principios en los valores humanos.
Destacando los importantes lazos de
amistad y su sincero afecto y aprecio hacia la nación brasileña, Benedicto XVI ha
alentado a este país a impulsar su compromiso a favor de la paz y en la defensa del
bien de la persona y de la sociedad.
Recordando la misión religiosa y espiritual
de la Iglesia y el anhelo de convergencia con el estado por el bien común de todos
sin distinción, Benedicto XVI se ha referido también al reciente acuerdo en el que
se define el estatuto jurídico civil de la Iglesia Católica en Brasil y la regulación
de las materias de interés mutuo entre ambas partes, afirmando que «son indicativos
de la sincera colaboración que la Iglesia desea mantener con las autoridades brasileñas».
«Brasil es un país que conserva en su gran mayoría la fe cristiana, que se
arraiga en los orígenes de su pueblo evangelizado hace más de cinco siglos», ha recordado
también el Papa, haciendo hincapié en «la convergencia de principios que existe entre
la Sede apostólica y el gobierno brasileño». En particular, ante las amenazas contra
la paz mundial debidas a una visión que no respeta al prójimo y su dignidad humana.
En este contexto, el Santo Padre ha recordado el reciente conflicto en Oriente Medio,
que muestra la «necesidad de sostener todas las iniciativas que impulsen la resolución
pacífica de las divergencias».
Benedicto XVI ha destacado, una vez más, el
anhelo de que «en conformidad con los principios que tutelan la dignidad humana, que
han caracterizado siempre a la nación brasileña, se sigan promoviendo y divulgando
aquellos valores humanos fundamentales que reconocen la sacralidad de la vida familiar
y la salvaguardia de los no nacidos, desde la concepción hasta su ocaso natural».
En este contexto, el Papa se ha referido también a los experimentos biológicos, exhortando
a la defensa de «una ética que ampare la existencia de los embriones y su derecho
de nacer».
Expresando su satisfacción por el clima de acentuada prosperidad
que se está verificando en Brasil, Benedicto XVI ha deseado que sirva de estímulo
para el desarrollo de la región latinoamericana y del continente africano. Sin olvidar,
la importancia de apoyar todas las iniciativas que persiguen acabar con la pobreza,
teniendo en cuenta también la solidaridad en los avances tecnológicos.
Tras
poner en guardia contra los riesgos del consumismo y del hedonismo, enlazados con
la falta de firmes principios morales, que vulneran la estructura de la sociedad y
de la familia, el Santo Padre ha señalado asimismo la urgencia de una sólida formación
moral, en todos los niveles de la sociedad, también en el político. Para afrontar
los desafíos que se plantean ante las ideologías materialistas y la tentación de corrupción
en la gestión del dinero público y privado.