Benedicto XVI señala durante el Ángelus, que la eutanasia no es digna del hombre y
recuerda la jornada que hoy Italia dedica a la vida bajo el lema “la fuerza de la
vida en el sufrimiento”
Domingo, 1 feb (RV).- Benedicto XVI ha presidido, como cada domingo, el rezo del Ángelus
desde la ventana de su despacho privado en el Vaticano. En su alocución previa al
rezo mariano, el Pontífice ha recordado que hoy en Italia se celebra la Jornada por
la Vida bajo el lema “la fuerza de la vida en el sufrimiento”, y en este sentido ha
señalado que la eutanasia es “una falsa solución al drama del sufrimiento, una solución
no digna del hombre”.
“De hecho –ha proseguido el Santo Padre- la verdadera
respuesta no puede ser dejar morir, aunque sea una ‘muerte dulce’, la respuesta es
testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de forma humana. Porque
estamos seguros de que ninguna lágrima, ni de quien sufre, ni de quien le está cerca,
se pierde ante Dios”.
Tras este llamamiento el Papa ha confiado a la Virgen
María todas las personas que sufren, y todas aquellas que trabajan cada día al lado
de ellos, al mismo tiempo que se ha unido de corazón, a los obispos italianos que
celebran hoy esta Jornada por la Vida. A ellos les ha animado a anunciar la verdad.
Y
tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Santo Padre
ha recordado que mañana se celebra, la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor
al Templo, y la décimo tercera Jornada de la Vida Consagrada establecida por Juan
Pablo II.
En este sentido Benedicto XVI ha recordado que mañana por la tarde
mantendrá un encuentro con los religiosos y religiosas al final de la Santa Misa celebrada
por el cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los institutos de Vida
Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica: “Invito a todos a agradecer al Señor
el precioso don de estos hermanos y hermanas, y a solicitar la intercesión de la Virgen,
para que done nuevas vocaciones, en la variedad de los ricos carismas que posee la
Iglesia”.
El Papa ha finalizado el rezo mariano del Ángelus saludando, como
es tradicional, en varias lenguas. Éstas han sido sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a todos los
que se unen a ella a través de la radio y la televisión. Siguiendo la invitación del
salmista, os invito a aclamar al Señor, a darle gracias, bendecir su Nombre y a acoger
su Palabra para que no se endurezca nuestro corazón. La Santísima Virgen nos acompaña
e intercede por nosotros en esta hermosa misión. Feliz domingo”.