2009-01-31 17:51:46

Benedicto XVI espera que de la actual crisis mundial surja una voluntad común para dar vida a una nueva cultura de la solidaridad y de la participación responsable, condiciones indispensables para construir juntos el futuro de nuestro planeta


Sábado, 31 ene (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los dirigentes del sindicato italiano CILS con motivo del 60 aniversario de su fundación. En el Aula Clementina del Vaticano, el Papa les ha recordado que “más de un siglo de estudios y de magisterio social por parte de la Iglesia ofrecen instrumentos para “leer” las causas y las vías para salir de una crisis económica mundial que, sin duda genera cierta alarma, pero que puede ser aprovechada como trampolín de empuje para repensar sobre los actuales mecanismos financieros.

El gran desafió y oportunidad que la preocupante crisis económica del momento nos invita a escoger es la de encontrar una nueva síntesis entre bien común y mercado, entre capital y trabajo.

Benedicto XVI ha apoyado sus reflexiones en las enseñanzas de la Doctrina social de la Iglesia, las cuales, ha recordado, desde el alba del siglo XX -con la célebre encíclica de León XIII Rerum Novarum- defendieron la “inalienable dignidad de los trabajadores” y contribuyeron a promover la visión cristina del trabajo. “En época reciente -ha proseguido el Pontífice- tanto la Centesimus annus como la precedente Laborem Exercens de Juan Pablo II han desarrollado este específico magisterio.

La sustancia de todo ello, ha afirmado Benedicto XVI, citando la segunda de las dos encíclicas sociales de Juan Pablo II es que “la Iglesia jamás a dejado de considerar los problemas del trabajo desde el interior de la cuestión social” que “condiciona” a las personas y a las familias y que pide que se afronten con la solidaridad

“Papa superar la crisis económica y social que estamos viviendo, sabemos que es menester un esfuerzo libre y responsable por parte de todos; es necesario superar los intereses particulares y de sector de manera que se puedan afrontar juntas y de una vez las dificultades que golpean todos ámbitos de la sociedad, pero de manera especial el mundo del trabajo. Nunca como hoy se advierte tanta urgencia. Las dificultades que minan el mundo del trabajo empujan a una efectiva y más puntual concertación entre todas las partes sociales”.

Por otra parte, ha observado el Papa, el “llamamiento a la colaboración” antiguo como la Biblia, adquiere un sentido particular en momentos difíciles. “El deseo es por lo tanto que de la actual crisis mundial brote la voluntad común que dé vida a una nueva cultura de la solidaridad y de la participación responsable, condiciones indispensables para construir juntos el futuro de nuestro planeta”.

Recordando como las últimas encíclicas sociales han reconocido “el papel y la importancia estratégica de los sindicatos”, Benedicto XVI ha concluido su discurso dirigiendo la siguiente exhortación al sindicato CILS. “El mundo necesita de personas que se dediquen a la causa del trabajo desinteresadamente en el pleno respeto de la dignidad humana y del bien común. La Iglesia, que aprecia el papel fundamental de los sindicatos, está cerca de vosotros hoy como ayer y está preparada para ayudaros, para que podáis realizar lo mejor posible vuestra tarea en la sociedad”.







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