Benedicto XVI espera que de la actual crisis mundial surja una voluntad común para
dar vida a una nueva cultura de la solidaridad y de la participación responsable,
condiciones indispensables para construir juntos el futuro de nuestro planeta
Sábado, 31 ene (RV).- Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los dirigentes del sindicato
italiano CILS con motivo del 60 aniversario de su fundación. En el Aula Clementina
del Vaticano, el Papa les ha recordado que “más de un siglo de estudios y de magisterio
social por parte de la Iglesia ofrecen instrumentos para “leer” las causas y las vías
para salir de una crisis económica mundial que, sin duda genera cierta alarma, pero
que puede ser aprovechada como trampolín de empuje para repensar sobre los actuales
mecanismos financieros.
El gran desafió y oportunidad que la preocupante crisis
económica del momento nos invita a escoger es la de encontrar una nueva síntesis entre
bien común y mercado, entre capital y trabajo.
Benedicto XVI ha apoyado sus
reflexiones en las enseñanzas de la Doctrina social de la Iglesia, las cuales, ha
recordado, desde el alba del siglo XX -con la célebre encíclica de León XIII Rerum
Novarum- defendieron la “inalienable dignidad de los trabajadores” y contribuyeron
a promover la visión cristina del trabajo. “En época reciente -ha proseguido el Pontífice-
tanto la Centesimus annus como la precedente Laborem Exercens de Juan Pablo II han
desarrollado este específico magisterio.
La sustancia de todo ello, ha afirmado
Benedicto XVI, citando la segunda de las dos encíclicas sociales de Juan Pablo II
es que “la Iglesia jamás a dejado de considerar los problemas del trabajo desde el
interior de la cuestión social” que “condiciona” a las personas y a las familias
y que pide que se afronten con la solidaridad
“Papa superar la crisis económica
y social que estamos viviendo, sabemos que es menester un esfuerzo libre y responsable
por parte de todos; es necesario superar los intereses particulares y de sector de
manera que se puedan afrontar juntas y de una vez las dificultades que golpean todos
ámbitos de la sociedad, pero de manera especial el mundo del trabajo. Nunca como hoy
se advierte tanta urgencia. Las dificultades que minan el mundo del trabajo empujan
a una efectiva y más puntual concertación entre todas las partes sociales”.
Por
otra parte, ha observado el Papa, el “llamamiento a la colaboración” antiguo como
la Biblia, adquiere un sentido particular en momentos difíciles. “El deseo es por
lo tanto que de la actual crisis mundial brote la voluntad común que dé vida a una
nueva cultura de la solidaridad y de la participación responsable, condiciones indispensables
para construir juntos el futuro de nuestro planeta”.
Recordando como las últimas
encíclicas sociales han reconocido “el papel y la importancia estratégica de los sindicatos”,
Benedicto XVI ha concluido su discurso dirigiendo la siguiente exhortación al sindicato
CILS. “El mundo necesita de personas que se dediquen a la causa del trabajo desinteresadamente
en el pleno respeto de la dignidad humana y del bien común. La Iglesia, que aprecia
el papel fundamental de los sindicatos, está cerca de vosotros hoy como ayer y está
preparada para ayudaros, para que podáis realizar lo mejor posible vuestra tarea en
la sociedad”.