El Papa entrega a los universitarios la Carta de san Pablo a los Romanos y subraya
que el anuncio cristiano es siempre actual y capaz de derribar los muros que emergen
en cada contexto y en cada época
Jueves, 11 dic (RV).- Benedicto XVI ha tenido esta tarde el tradicional encuentro
con la comunidad universitaria de Roma. En la Basílica Vaticana el Santo Padre ha
entregado a los jóvenes la Carta de san Pablo a los Romanos, “uno de los textos más
importantes de la cultura de todos los tiempos”. El Papa manifestado a los jóvenes
su deseo de que “este documento pueda convertirse en alimento para la fe, llevándoles
a creer cada vez más y mejor, y a reflexionar sobre ellos mismos, para alcanzar una
fe pensada y, al mismo tiempo, ponerla en práctica según el mandamiento de Cristo,
porque sólo así la fe que se profesa es creíble para los demás y quedan conquistados
por el elocuente testimonio de los hechos”.
Benedicto XVI ha hablado en su
discurso de cómo el anuncio cristiano fue revolucionario en el contexto histórico
y cultural de Pablo, ya que tuvo la fuerza de abatir el ‘muro de separación’ que existía
entre judíos y paganos. Un anuncio, como ha subrayado el Papa que “conserva su fuerza
novedosa siempre actual y que está en grado de abatir otros muros que continúan erigiéndose
en cualquier contexto y en cualquier época”.
El Santo Padre ha explicado a
continuación que el núcleo del anuncio cristiano es la novedad de la salvación que
Cristo trae a la humanidad: “en su muerte y resurrección se ofrece la salvación a
todos los hombres sin distinción. Ofrecida, no impuesta”, ha precisado el Pontífice,
para añadir que “la salvación es un don que siempre debe ser acogido personalmente”.
Y
en este bimilenario del nacimiento del Apóstol de los gentiles, que también está ayudando
a toda la Iglesia a redescubrir su propia y fundamental vocación misionera, el Papa
ha recordado a los jóvenes que también este año se les propone el Bautismo como sacramento
para redescubrir. “Ser bautizados en Cristo –ha resaltado Benedicto XVI- significa
sumergirse espiritualmente en esa muerte que es el acto de amor infinito y universal
de Dios, capaz de rescatar a cualquier persona y cualquier criatura de la esclavitud
del pecado y de la muerte”.
Esto es fundamentalmente lo que ha entregado esta
tarde el Papa a los universitarios “un mensaje de fe, pero al mismo tiempo una verdad
que ilumina la mente, dilatándola según los horizontes de Dios, en una verdad que
orienta la vida real, porque el Evangelio es el camino para alcanzar la plenitud de
la vida".