El próximo 26 de noviembre se inaugurará la nueva instalación fotovoltaica del Aula Pablo VI

Jueves, 20 nov (RV).- El próximo miércoles, 26 de noviembre tendrá lugar la ceremonia de inauguración de la nueva instalación fotovoltaica del Aula Pablo VI, una iniciativa circunscrita en la estela de una “cultura verde” y que cada año consentirá evitar la emisión de 225 mil kilos de anhídrido carbónico y ahorrar unas 80 toneladas equivalentes de petróleo. Poco antes del mediodía, en la Casita de Pío IV ubicada en los jardines vaticanos, comenzará esta ceremonia de inauguración.

El programa de la ceremonia prevé el saludo del cardenal Giovanni Lajolo, presidente del Gobernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, 4 intervenciones relacionadas con el proyecto y la realización de esta idea y la entrega del Premio Eurosolar Italia a la sociedad alemana Splar World AG, realizadora y donadora de este proyecto ejecutivo al Santo Padre y a la Ciudad del Vaticano.

De hecho el Estado de la Ciudad del Vaticano siempre ha prestado gran atención a los cada vez más urgentes problemas de naturaleza ambiental relacionados con el planeta. Y, en este contexto, tras las huellas de las exhortaciones del Pontífice sobre la tutela del patrimonio natural de la creación, el presidente del Gobertatorato del estado de la Ciudad del Vaticano, cardenal Giovanni Lajolo, ha pretendido realizar iniciativas concretas y tangibles dirigidas al sustento ambiental.

El primer ejemplo de estas elecciones es precisamente la decisión de emplazar sobre el Aula Pablo VI una instalación de conversión de energía solar en energía eléctrica. Una decisión que nace principalmente de la compatibilidad arquitectónica de un edificio moderno, anómalo en el complejo edilicio de la Ciudad del Vaticano, de su orientación respecto a los ejes cardinales y de la configuración de la cobertura y amplitud de la superficie disponible, equivalente a unos 5 mil metros cuadrados.

El generador fotovoltaico tiene una potencia de 221 Kilovatios y se ha ido colocando sobre la cubierta del Aula Pablo VI desde el primero de septiembre hasta el 15 de noviembre. Está constituido por 2.400 módulos dirigidos hacia el sur e instalados en sustitución de los paneles de hormigón, reproduciendo la dimensión de las tejas originales. Estos módulos desempeñan una doble función: “pasiva” de protección del edificio y “activa” de conversión de la energía solar en electricidad. La potencia media de los módulos es equivalente a 90 vatios cada uno y su capacidad productiva se incrementa un 5 por ciento gracias a los 2.400 paneles de aluminio parcialmente reflectores dirigidos hacia el norte.

La potencia erogada en corriente continua es enviada a las máquinas que la convierten en alterna y desde allí a la cabina de transformación ubicada en el sótano de la misma Aula de las audiencias. La energía limpia producida por el generador solar se añadirá a la red eléctrica vaticana para cubrir las necesidades energéticas de la misma Aula y los edificios limítrofes, y cada año consentirá evitar la emisión de 225 mil kilos de anhídrido carbónico y ahorrar unas 80 toneladas equivalentes de petróleo.