Católicos y musulmanes, un paso adelante

Sábado, 8 nov (RV).- 58 autoridades religiosas reunidas en el Vaticano en el I Seminario Católico-Musulmán, se pronunciaban esta semana a favor de la defensa de la vida en todas sus etapas, en el respeto a las figuras y símbolos sagrados, condenando la violencia y el terrorismo en nombre de la religión. Los participantes fueron recibidos por Benedicto XVI, quien en un discurso condenó la violencia que se perpetra en el nombre de Dios, que calificó de "injustificable y deplorable". El Forum concluyó con la firma de una declaración final de quince puntos, que comienza con una defensa del amor como base y suma de todos los mandamientos. El seminario estuvo organizado por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. La delegación católica la encabezó el cardenal Jean Louis Tauran y la musulmana el gran Mufti de Bosnia-Herzegovina, Mustafa Ceric.

Editorial del padre Federico Lombardi director de nuestra emisora y de la Oficina de prensa de la Santa Sede:

El seminario católico-musulmán que ha tenido lugar en Roma del 4 al 6 de noviembre ha representado un significativo un paso adelante en el diálogo. La Iglesia tiene encuentros regulares con distintos grupos de representantes musulmanes, pero este encuentro ha dado la posibilidad de entrar más profundamente y de una manera más franca en los temas esenciales, consiguiendo expresar con mayor claridad y lealtad aquello que nos une y lo que nos diferencia. La declaración final hecha en común por las dos partes contiene afirmaciones importantes respecto a la persona y sus prerrogativas en materia de conciencia y de religión, sobre la paridad de dignidad entre hombre y mujer. Y también el común empeño por un mundo de justicia y de paz, como consecuencia de la fe común en la creación de la persona humana por parte de Dios que nos ama y que nos llama al amor.

 
El Papa anima para que prosiga este diálogo, que se ha abierto en un clima de confianza, y que espera que se pueda ensanchar a círculos cada vez más amplios del mundo cristiano y musulmán. La evocación de situaciones dramáticas por una y otra parte: como las amenazas y el éxodo contra los cristianos de Oriente Medio o las matanzas todavía recientes de musulmanes en Bosnia, las fáciles identificaciones entre responsabilidad de personas o Estados y la fe que dicen profesar, hacen que el diálogo sea complejo y difícil, pero no deben impedirlo ni detenerlo. Benedicto XVI acaba invitando a unir los esfuerzos, con el fin de de superar cualquier incomprensión, a superar prejuicios i corregir la imagen distorsionada que cada uno se hace del otro. El camino será largo, pero este paso se ha dado en la justa dirección.