Sínodo: llamamiento por la Iglesia de Oriente en favor de la paz en libertad y la
supervivencia de los cristianos
Sábado, 25 oct (RV).- Los obispos de las Iglesias Católicas de Oriente que participan
en el Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, entregaron
ayer al Santo Padre un mensaje en el que hacen un apremiante llamamiento por la Iglesia
de Oriente, para que se favorezca la paz en la libertad, la verdad y el amor. Tras
la aprobación del Mensaje final de la Asamblea, los padres sinodales de Oriente firmaron
la misiva que lleva como título “Cristo es nuestra paz” sumándose a la incansable
súplica del Papa Benedicto XVI a favor de los hermanos y hermanas de Oriente.
“Advertimos
en nuestros corazones un estremecimiento por los sufrimientos de tantos de nuestros
hijos e hijas de Oriente: niños y jóvenes, personas en dificultad extrema, por causa
de la edad, la salud y las esenciales necesidades espirituales y materiales; familias
cada vez más probadas por el desaliento ante el presente y el futuro. Nos sentimos
en el deber- escriben los obispos- de hacernos intérpretes de sus justificadas expectativas
para que una vida digna sea pronto garantizada a cada quien en una proficua convivencia
social.
Los obispos católicos de Oriente piden al Señor que obre la justicia
y la paz, pues es un imperativo que no se puede ni se quiere abandonar. “Pedimos-
se lee en la misiva- para que en Tierra Santa -que viera nacer a Cristo Redentor-,
Líbano, Irak y la India, en la paz y en la justicia, se garantice verdaderamente la
libertad religiosa. Manifestando su cercanía a cuantos sufren por la fe cristiana
y por los creyentes a quienes se les impide profesar su fe religiosa, los obispos
rinden un homenaje a los cristianos que recientemente han perdido la vida en fidelidad
al Señor.
Ante el Papa y los padres sinodales, los obispos católicos de Oriente
enumeran en su misiva una serie de peticiones y exhortaciones, llamando a los cristianos
y todos los hombres de buena voluntad a practicar el respeto y la acogida del otro
en la vida cotidiana, acercándose a cuantos tienen necesidades. Llaman a los pastores
y a los responsables religiosos a predicar y favorecer estas actitudes de acercamiento,
apoyando y multiplicando las iniciativas de mutuo conocimiento, de diálogo y de auxilio.
Y en fin, exhortan a la comunidad internacional y a los hombres de gobierno a que
garanticen a nivel legislativo la verdadera libertad religiosa superando toda discriminación
y ayudando a cuantos están obligados a dejar su propia tierra por motivos religiosos.
Los pastores de Oriente, retomando las palabras de Benedicto XVI en su visita
a la Congregación para las Iglesias orientales en el 2007- piden para que “las Iglesias
y los discípulos del Señor permanezcan allí donde la divina Providencia los ha hecho
nacer; allí donde merecen permanecer con una presencia que se remonta a los inicios
del cristianismo. En el curso de los siglos ellos se han distinguido por un amor incontestable
e inseparable de la propia fe, el propio pueblo y la propia tierra”.
Cristo
es nuestra paz- concluye la misiva. Que esta divina palabra portadora de conforto
y esperanza, que anima a buscar nuevas vías de paz, encuentre eficacia en la bendición
de Dios. Nosotros los pastores de Oriente deseamos que este humilde y sentido llamamiento
que ponemos en las manos del Santo Padre y de cuantos lo acojan, pueda ser camino
de paz