Benedicto XVI recuerda a Juan Pablo II, con profunda emoción y con la certeza de que
desde el cielo está con nosotros, durante la proyección de “Testimonio” película inspirada
en un libro del que durante tantos años fuera su secretario personal
Viernes, 17 oct (RV).- Benedicto XVI recordó ayer al Siervo de Dios Juan Pablo II
- con profunda emoción y con la certeza de que desde el cielo está con nosotros –
haciendo hincapié en que el amado y gran Papa Wojtyla ha marcado la historia de la
Iglesia y del mundo en la última parte del siglo XX y el comienzo del tercer milenio.
La ocasión de esta entrañable conmemoración fue la proyección de la película ‘Testimonio’,
ayer por la tarde en el Vaticano.
Al cumplirse, precisamente, ayer el trigésimo
aniversario de la elección pontificia del Card. Karol Wojtyla, Arzobispo de Cracovia,
- que eligió el nombre de Juan Pablo II, poniéndose en continuidad con el Papa Albino
Luciani, que había guiado la Iglesia durante, tan sólo, 33 días - Benedicto XVI evocó
la frase en italiano con la que su predecesor, recién elegido se dirigía a Roma y
al mundo y que ha quedado grabada en el corazón de todos. Luego, su sucesor ha evocado
también otras dos expresiones, que son como una apertura y una conclusión de este
gran pontificado: «Podríamos decir que el Pontificado de Juan Pablo II está encerrado
entre dos expresiones. La primera –‘¡Abrid las puertas a Cristo! ¡No tengáis miedo!
– fue vibrante e impactó y sacudió a la opinión pública y seguiría resonando en sus
labios, muchas otras veces todavía en los años sucesivos. La otra – ‘Dejadme ir al
Señor’ – el Papa la pronunció débilmente en su lecho de muerte, al cumplirse una larga
y fructuosa peregrinación terrenal».
Tras destacar su profunda gratitud por
esta película inspirada en el libro ‘Una vida con Karol’ - de don Stanislao, ahora
cardenal Dziwisz, que durante tantos años fuera secretario de Juan Pablo II - Benedicto
XVI ha evocado asimismo la «humana sencillez, la valentía decidida y el sufrimiento
de este gran Pontífice, afrontado con el temple de un montañés y la paciencia del
humilde servidor del Evangelio». Una película que revive momentos de alegría, de tristeza,
de esperanza y de audacia apostólica, ha destacado el Papa con unas palabras que,
como escucharemos, fueron subrayadas con un gran aplauso: «Mi sincero agradecimiento
va ante todo al querido Card. Stanislao Dziwisz por este libro y por esta película
que nos hace revivir esos días y volver a ver a nuestro querido Papa Juan Pablo II,
que desde el cielo, ciertamente está con nosotros».
Benedicto XVI concluyó
sus palabras con un anhelo y una exhortación a seguir acogiendo la invitación de Juan
Pablo II y testimoniar con valentía a Cristo: «Acojamos, en este momento en particular
su invitación a no tener miedo. Siguiendo su ejemplo, también nosotros, con valentía,
queremos dar nuestro testimonio de Cristo».