Actualidad de la Iglesia: Inglaterra y Gales, y Luxemburgo
Sábado, 11 oct (RV).- El arzobispo de Cardiff, mons. Peter Smith, responsable del
departamento para la ciudadanía cristiana de la Conferencia Episcopal Católica de
Inglaterra y Gales escribió a sus párrocos explicando las cuestiones más importantes
de la ley sobre la fertilización humana y la embriología que será sometida a discusión
por el parlamento a finales de este mes. En una entrevista Mons. Smith explicó la
importancia de que los católicos sigan escribiendo a los parlamentarios de las circunscripciones
en que viven para expresar su oposición al aborto, a la experimentación sobre embriones
y el proyecto de dar vida a embriones mitad humanos y mitad animales. El arzobispo
subraya la importancia de acciones de este tipo porque los parlamentarios están influenciados
por el volumen de correo que reciben; por otra parte, el arzobispo de Cardiff, Inglaterra,
invita a los católicos a sostener a las organizaciones relacionadas al movimiento
en favor de la vida.
“¡No le quiten la esperanza a las personas!” es el título
de una declaración difundida el pasado 2 de octubre por el arzobispo de Luxemburgo,
Mons. Fernand Franck. El documento presenta la posición de la Iglesia sobre el debate
en curso relativo a la eutanasia, de mucha actualidad también en el Gran ducado: en
efecto el pasado 19 de febrero el parlamento despenalizó la eutanasia, votando una
propuesta de ley que prosigue su curso con numerosas modificaciones, incluyendo también
la eutanasia para personas que simplemente deciden estar “cansadas de vivir”. En su
declaración Mons. Franck destaca diversos puntos, entre ellos uno titulado “no ha
sido dicha la última palabra” donde se refiere a que queda todavía tiempo para una
decisión políticamente ponderada y jurídicamente segura sobre la eutanasia: “los enfermos
terminales pueden todavía esperar no tenerse que confrontar con el ofrecimiento –y
en último análisis con la presión, explica- de la eutanasia. Las reservas de la Iglesia
no interesan cuestiones de poder o de lucha de culturas, porque se trata de la vida
de cada persona y de la convivencia en la sociedad.
El arzobispo Franck recuerda
en su mensaje que la vida es un don: “para muchas personas, todavía hoy, el Dios vivo
tiene un lugar fijo en su existencia y representa el garante de la vida humana”…
“A los enfermos terminales y –con la nueva dimensión de la propuesta de ley también
a las personas que no tiene ganas de vivir- les será ofrecida la eutanasia y la asistencia
médica del suicidio, este ofrecimiento diferenciado promete morir sin los dolores
de la vida y parte del presupuesto de que todas las ayudas han sido inútiles y que
la muerte directa representa la única solución. “Quien pisotea la esperanza en la
vida, determina una sociedad que corresponde a este comportamiento. Quien consiente
matar bajo solicitud, supera un último límite: Todavía –concluye el arzobispo de Luxemburgo-
es posible detener la ampliación del ofrecimiento de eutanasia y las relativas profundas
consecuencias sociales que esto produciría”.