Mensaje del Papa al Congreso que conmemora el 40º aniversario de la Humanae Vitae:
“Las acciones que tiendan a impedir la procreación implican la negación de la verdad
íntima del amor conyugal”
Viernes, 3 oct (RV).- Benedicto XVI afirma que las acciones que tiendan a impedir
la procreación implican la negación de la verdad íntima del amor conyugal, con la
que se comunica el don divino de la vida. En un mensaje dirigido al Congreso que se
celebra en Roma para conmemorar el 40 aniversario de la promulgación de la encíclica
"Humanae Vitae", de Pablo VI, el Santo Padre resalta que “la posibilidad de procrear
una nueva vida está incluida en la donación integral de los cónyuges”.
En este
sentido la forma de comunicación específica del amor conyugal es generar hijos, por
lo que el Papa insiste en que “excluir esta dimensión comunicativa mediante una acción
que pretenda impedir la procreación significa negar la verdad íntima del amor conyugal”.
Y citando expresamente la "Humanae Vitae" el Pontifice escribe que "si no se quiere
exponer al arbitrio de los hombres la misión de generar la vida, se tienen que reconocer
necesariamente límites, que no se pueden saltar, a la posibilidad del dominio del
hombre sobre su propio cuerpo y sus funciones, límite que ningún hombre, sea privado
o revestido de autoridad, puede infringir".
Tras afirmar que “los hijos no
son el objetivo de un proyecto humano”, sino un auténtico don “que acoger con una
actitud de responsable generosidad hacia Dios”, Benedicto XVI expone que sin embargo
“a veces en la vida de la pareja pueden verificarse circunstancias graves que aconsejen
distanciar el nacimiento de los hijos o incluso prescindir de ellos”. En este sentido
el Papa aconseja recurrir al “conocimiento de los ritmos naturales de fertilidad de
la mujer”. “Los métodos de observación que permiten a la pareja determinar los períodos
de fertilidad –añade el Santo Padre- consienten administrar lo que el Creador ha inscrito
sabiamente en la naturaleza humana, sin turbar el significado íntegro de la donación
sexual”.
Teniendo en cuenta que este Congreso Internacional ha sido organizado
la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma, Benedicto XVI se refiere también
a los avances de la ciencia en la lucha contra la esterilidad y afirma en su mensaje
que "salvaguardando" la plena dignidad de la procreación humana" se ha llegado a resultados
que hace años parecían imposibles. El Papa anima, en este sentido a los científicos
a proseguir sus investigaciones en ese campo, "con el objetivo de prevenir las causas
de la esterilidad, de manera que las parejas estériles puedan procrear en el respeto
de su dignidad personal y del que va nacer".
Benedicto XVI se interroga más
adelante por el hecho de que en la sociedad actual, y "entre ellos muchos fieles,
tengan tantas dificultades para entender el mensaje de la Iglesia, que ilustra y defiende
la belleza del amor conyugal en su forma natural". “La técnica –añade el Papa- no
puede sustituir la maduración de la libertad cuando está en juego el amor. Incluso,
ni la razón es suficiente: es necesario que sea el corazón el que vea".