2008-09-12 17:25:52

Reflexiones en familia


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Jueves, 11 sep (RV).- Estar solo, soltero, no tener compromisos afectivos se ha convertido en un estado que se ha convertido realmente en una opción para muchas personas, esta tendencia responde obviamente a múltiples factores, a contextos específicos de sociedades y grupos, responde a dinámicas de mercados, de modas, que de una u otra forma están cambiando los conceptos de formas de relación y de realización personal.

Hace unos 50 años, el estado civil de soltería era visto como un problema, incapacidad, evento negativo en la vida de una persona, y por ello era un estado que todos debían superar lo más pronto posible. Pero hoy se puede decir que la soltería se presenta como un estado que trae sus propias recompensas para una persona. El matrimonio ya no es la puerta de entrada a la edad adulta. Las personas aún pueden estar ansiosas por conocer a una pareja con la cual pasar un largo período de sus vidas, pero están mucho menos desesperadas, ansiosas o afanadas para conseguir ese compañero o compañera de vida.

Y es que cada vez con mayor frecuencia, los individuos están encontrando que la soltería es preferible a estar en una relación insatisfactoria, una relación de peleas y desencuentros, de incomunicación y hasta de violencia intrafamiliar.

De hecho, la posibilidad de la soltería como un estilo de vida posible, se impone cada vez más en diversos grupos sociales, e incluso es una condición social de la cual se están ocupando diversos estudios de las ciencias sociales, sin que ello sea garantía de la felicidad, pues obviamente ésta depende del logro de significativas metas de vida y de la calidad de la relaciones que establece cada persona.

Popularmente se tiene la idea que los solteros son egoístas por ir tras sus propias metas de vida. Si usted es soltero o soltera y tiene un magnífico trabajo al cual le dedica una gran cantidad de energía, por lo general le dicen que su empleo no le devolverá el amor. Y eso es cierto, incluso la gente se imagina o sospecha que los solteros son los grandes perdedores en el juego del amor.

Verdad o mentira, la soltería es cada vez una opción que cobra fuerza no sólo como decisión de algunas personas, sino como un fuerte renglón de la economía, la psicología y en general un nuevo filón de estudios de las ciencias sociales.

No cabe duda que las situaciones actuales son verdaderamente diferentes. Hoy, las mujeres solteras tienen oportunidades laborales, independencia económica y libertad reproductiva, y todo ello marca grandes diferencias, como por ejemplo las mujeres no casadas en el siglo pasado, eran tildadas de solteronas y relegadas a un estatus inferior. Se pensaba que la felicidad y bienestar de las mujeres dependía de los hombres. Hoy en día la independencia de la mujer está marcando nuevas formas de relación y de vida, y entre ellas la soltería es una opción.

Ahora, la noción de que los solteros son todos solitarios y llevan una vida miserable es un mito, un mito que desaparece lentamente. Hay innumerables solteros que llevan vidas de “satisfacción secreta”, es decir les gustan sus vidas, tienen amigos, viajan, etcétera; sin embargo, lo único que escuchan a su alrededor es que no se es feliz a menos que se tenga una pareja. Pero también es cierto que es difícil para una persona soltera reconocer plenamente que es feliz, solo o sola, pues es parte de nuestra imaginación cultural que alguien pueda ser soltero y quiera serlo sin problemas.

La realidad hoy es que ser soltero es una situación manejable y brinda libertad. Una persona al mantenerse soltera, tiene más probabilidades de desarrollar lo mejor de sí, pues se siente con mucho dominio emocional al ir detrás de lo que es significativo para esa persona, incluso si es arriesgado.

Cuando se es soltero o soltera, se tienen más oportunidades de hacer lo que parece es adecuado sin mirar a la otra persona en busca de aprobación.

Texto: Alma García
Locución: Alina Tufani








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