Envejecer con esplendor: imprevistos y diseños desde una perspectiva evangélica

Miércoles, 10 sep (RV).- En nuestro espacio de hoy, seguimos hablando de la distancia que existe entre los diseños que hacemos de nuestra vida y los imprevistos que nos toca afrontar, relación intrínseca importante y útil que nos permite conocer cómo en la natural tarea de envejecer con esplendor, podemos hacer escuela de los pasajes bíblicos, por ejemplo, recordemos al hijo menor, que después de haber dilapidado su herencia, frustrado y arrepentido, mientras emprende su regreso a casa va pensando en el discurso que le dirigirá a su padre. Es decir diseña que cuando lo tenga frente a sí, invocará de él misericordia y perdón pidiéndole que lo vuelva a acoger, ya no como hijo (no siente merecer esta dignidad) sino que le acepte como a uno de sus jornaleros. El joven proyecta suplicarle, porque no se siente merecedor de más… La sorpresa, es decir el “imprevisto” al que se enfrenta el joven es el de ser recibido con el abrazo paternal del padre que no guarda rencor hacia él, y que lo acoge entre llanto de gratitud…

Hay muchos pasajes que muestran la relación entre los “diseños” y los “imprevistos” que nos asedian en la vida… Sin embargo, éste es el que muestra de modo concreto cómo, más allá de lo que podamos suponer, envejecer con esplendor, después de todo no es difícil. Una cosa importante que aprenderemos en el espacio de hoy es el abandono confiado a la misericordia del Padre.

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* Dolores Aleixandre, teóloga y religiosa del Sagrado Corazón, autora de: “Las puertas de la tarde. Envejecer con esplendor” Ed. Sal Terrae, España 2007