Entrevista al embajador de Ecuador ante la Santa Sede sobre los Congresos misioneros
latinoamericanos y las olimpiadas de Pekín
Viernes, 8 ago (RV).- «La Iglesia, enviada por Cristo para manifestar y comunicar
la caridad de Dios a todos los hombres y pueblos, sabe que le queda por hacer todavía
una obra misionera ingente». Con estas palabras, Benedicto XVI destacaba la inminente
celebración e importancia de los Congresos latinoamericanos en Quito, Ecuador, que
con el lema «América con Cristo: Escucha, aprende y anuncia», reunirá a más tres mil
participantes en lo que ya se denomina ‘una gran fiesta misionera’.
Recordamos
que las celebraciones de los congresos americano-misioneros tendrán lugar en la capital
ecuatoriana del 12 al 17 de agosto. Con este motivo hemos entrevistado al embajador
de Ecuador ante la Santa Sede, Fausto Cordovez que nos habla en primer lugar de la
importancia de este evento que tiene al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez,
arzobispo de Santo Domingo, como enviado pontificio. El
pasado domingo, Benedicto XVI durante el Ángelus en Bressanone saludaba el comienzo
de las Olimpiadas de Pekín y expresaba su deseo a los organizadores y a los atletas
participantes de todo el mundo para que los Juegos olímpicos sean un ejemplo válido
de convivencia en el signo de la fraternidad y de la paz entre todos los pueblos.
Señor embajador ¿qué nos puede comentar al respecto?
Precisamente
en este contexto, tomando como punto informativo de referencia, la apertura de los
Juegos Olímpicos de Pekín, les ofrecemos una reflexión del Jesuita Padre Guillermo
Ortíz, que aprovecha este momentos para recordarnos las palabras de San Pablo, en
este su año Paulino, en la que el Apóstol de los gentiles nos exhorta, a comprometerse
en la carrera de la vida, teniendo fijos los ojos en Jesús”: