La Cruz de la JMJ y el Icono de Nuestra Señora descansan en la Universidad de Sydney
Lunes, 14 jul (RV).- Desde ayer domingo el Santo Padre Benedicto XVI se encuentra
en Australia para celebrar con todos los jóvenes del mundo la XXIII Jornada Mundial
de la Juventud. Y junto al Papa estarán los emblemas de esta Jornada, se trata de
la Cruz y el Icono, los símbolos más tangibles de la Jornada Mundial de la Juventud,
que fueron dados a los jóvenes del mundo por el Papa Juan Pablo II hace más de 20
años.
Los símbolos han estado viajando alrededor de Australia visitando cada
diócesis. La última etapa fue Parramatta, viajando después a través de Epping, Dural,
Chatswood y North Sydney, hasta llegar hoy a la Universidad de Sydney. Los organizadores
de la JMJ08 están convocando a los habitantes de Sydney para que participen en una
de las procesiones más largas realizadas en el país.
La Cruz mide 3,8 metros,
y el Icono representa a Nuestra Señora. A estos emblemas se une un Message Stick indígena
(un bastón mensajero) que ha estado recorriendo los alrededores de Sydney desde el
1 de julio en una peregrinación final hacia el evento más grande que se haya celebrado
en Australia.
El Padre Mark Podesta, el sacerdote más joven de Sydney y portavoz
de la JMJ08, dijo que se ha maravillado por la pasión y el entusiasmo demostrado por
los habitantes de Sydney, quiénes han caminado con la Cruz y el Icono durante las
semanas pasadas. "La Cruz ha atraído a la gente fuera de sus hogares y ha traído la
Jornada Mundial de la Juventud a sus comunidades," dijo el Padre Mark. "La Caminata
de 15 días es un símbolo maravilloso de la peregrinación que mucha gente joven realizará
cuando lleguen a Sydney durante los próximos días”.
Y es que, según explica
el Consejo Pontificio para los Laicos, esta Cruz a la que se le puede llamar del “Año
Santo”, del “Jubileo”, es la “Cruz de los Jóvenes”. Era en 1984, Año Santo de la Redención,
cuando el Papa Juan Pablo II decidió que tenía estar una cruz - como símbolo de la
fe - cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla.
Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 m, tal como él la
deseaba.
Al final del Año Santo, después de cerrar la Puerta Santa, el Papa
entregó esa misma cruz a la juventud del mundo, representada por los jóvenes del Centro
Internacional Juvenil San Lorenzo en Roma. Éstas fueron sus palabras en aquella ocasión:
“Queridos
jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz
de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad
y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”
(Roma, 22 de abril de 1984). Los jóvenes acogieron el deseo del Santo Padre. Se llevaron
la cruz al Centro San Lorenzo, que se convertiría en su morada habitual durante los
períodos en los que aquélla no estuviera peregrinando por el mundo.
Así que
en Sydney quedan ya pocos detalles por ultimar. Uno de ellos es el clima. Las autoridades
locales han señalado que durante la JMJ, y según los expertos, se prevé lluvia para
tres de los cinco días del encuentro del Papa con los Jóvenes. En particular, las
previsiones de lluvia en el inverno austral recaen en los días 17, 18 y 19 de julio.
Una
buena noticia llegó desde el sector de transportes, que había anunciado una huelga
general de 24 horas, y que ha revocado. La huelga estaba prevista para el 17 de julio,
pero al final el sindicato ferroviario aceptó posponerla. De no haber sido así, se
hubiera causado un gran problema para los fieles que hubieran querido acudir a la
cita con Benedicto XVI.