2008-07-11 15:45:41

El equipo organizador de la JMJ en Sydney, subraya su intención de construir puentes entre todas las confesiones religiosas a través de actos de solidaridad, exhibiciones artísticas y presentaciones teológicas y musicales


Viernes, 11 jul (RV).- La Jornada Mundial de la Juventud 2008 es un evento evidentemente católico pero sus organizadores están aprovechando la oportunidad para promover el diálogo con otras denominaciones cristianas y otros credos. A menos de 24 horas de que inicie el viaje de Benedicto XVI hacia Australia, y en el contexto del principal evento de esta peregrinación, el equipo organizador de la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney, subrayó su intención de construir puentes entre todas las confesiones religiosas a través de actos de solidaridad, exhibiciones artísticas y presentaciones teológicas y musicales.

El cardenal George Pell, junto al rabino de la Gran Sinagoga de Sydney, la reverenda Tara Curlewis, presidente del Consejo Ecuménico de Nueva Gales del Sur, y representantes de otras confesiones apoyaron con rotundidad el evento de la Jornada Mundial de la Juventud, que aunque católico es inclusivo.

Por su parte el rabino de la Gran Sinagoga de Sydney, Jeremy Lawrence, declaró a Zenit que la comunidad judía aprecia verdaderamente la calidez y respeto mostrados por los organizadores católicos de la JMJ. Y refiriéndose a la declaración del Concilio Vaticano II sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, la calificó de "tangible continuación del espíritu de Nostra Aetate y legado y previsión de Juan Pablo II". El rabino Lawrence añadió que "la visita de Benedicto XVI, que ha creado fuertes lazos con el rabino jefe de Roma y ha sido personalmente ayuda y guía en tratar asuntos de doctrina y liturgia con estudiantes del rabinato, prioriza y se centra en la fe que es importante para la sociedad australiana".

La reverenda Tara Curlewis, presidente del Consejo Ecuménico de Nueva Gales del Sur, y ministra de la Iglesia Unida, manifestó por su parte que "independientemente de cómo damos culto a Dios, la JMJ es una oportunidad de encender la llama de Dios en medio de nosotros". Recordó a los asistentes que "la religión puede ser una gran fuerza para unir nuestro mundo en lugar de dividir a la gente".

Y por último el obispo auxiliar de Sydney, Mons. Anthony Fisher, coordinador de la JMJ, especificó en qué modo estas palabras han sido puestas en acción cuando "miembros de otras Iglesias cristianas, comunidades eclesiales y tradiciones religiosas abren sus casas a la estancia de los peregrinos o se unen a nuestro ejército -nuestros anfitriones celestiales- como voluntarios amigables [...] incluso la Escuela Islámica de Greenacre, Malek Fahed, ha ofrecido su disposición a albergar a 300 peregrinos". Y en este mismo contexto, Ikebal Patel, presidente de la Federación Australiana de Consejos Islámicos, apoyó la idea, diciendo: "Pienso que como musulmanes en Australia, queremos demostrar muy positivamente que somos parte de la comunidad".

El obispo Fisher anunció además que algunos de los centros de oración tendrán una dimensión ecuménica, especialmente el dirigido por la Comunidad de Taizé. Además está el foro titulado "Australianos todos: cara a cara y fe a fe", en el que intervendrán líderes católicos, así como líderes y grupos comunitarios judíos, islámicos, budistas e hindúes.







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