El Papa invita a los participantes en el Simposio europeo sobre el tema “Ensanchad
los horizontes de la racionalidad”, a favorecer un diálogo fecundo entre fe y razón
para responder a los desafíos de la modernidad
Sábado, 7 jun (RV).- Lanzar de nuevo el estudio de la filosofía en la universidad
y las escuelas, ha sido el llamamiento del Papa, aprovechando la ocasión de la audiencia
que ha concedido a los participantes en el VI Simposio europeo de docentes universitarios,
que han trabajados sobre el lema “Ensanchad los horizontes de la racionalidad. Perspectivas
para la Filosofía” que está teniendo lugar en Roma. Este evento ha sido promovido
por los profesores de los ateneos romanos y organizado por la oficina para la pastoral
universitaria del Vicariato de Roma.
En la relación entre fe y razón hay que
redescubrir la “fecundidad histórica del Evangelio y su extraordinaria potencialidad”
para la cultura contemporánea: así lo ha subrayado Benedicto XVI que, en su discurso
se ha detenido sobre el papel de la filosofía ante la crisis de la modernidad.
“La
modernidad no es un simple fenómeno cultural, históricamente datado; en realidad implica
un nuevo proyecto una más exacta comprensión de la naturaleza del hombre”.
Por
ello, ha dicho el Santo Padre, la modernidad si se comprende bien, “revela una cuestión
antropológica” muy compleja y articulada. En este contexto el Pontífice reconoce que
“la apertura de crédito que algunos autores proponen ante las religiones y, en particular
del cristianismo, es una signo evidente del deseo sincero de hacer salir de la autosuficiencia
la reflexión filosófica”. Benedicto XVI, de esta manera ha recordado lo que más le
preocupa de este simposio, es decir: ensanchar los horizontes de la racionalidad”.
“Desde
el inicio de mi pontificado he escuchado con atención las peticiones que me llegan
de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo y, a la luz de estos deseos, he
querido ofrecer una propuesta de investigación que pueda suscitar interés para el
relanzamiento de la filosofía y de su papel insustituible en el interior del mundo
académico y cultural”.
“La fe cristiana -ha dicho evocando su obra juvenil
‘Introducción al Cristianismo’- ha hecho su opción neta: contra los dioses de la religión
por el Dios de los filósofos, es decir, contra el mito de la sola costumbre por la
verdad del ser”. Solamente partiendo de esta premisa, ha añadido el Papa, es posible
ir al encuentro de las nuevas esperanzas de la reflexión filosófica”.
En efecto,
es “muy concreto” también hoy, ha constatado el Papa, el riesgo que la religión cristiana
sea instrumentalizada como fenómeno subrepticio.
Después de haber aludido a
su encíclica Spe salvi, señalando que la fe cristiana no puede estar cerrada en el
mundo abstracto de las teorías, sino que debe calar en una experiencia histórica concreta
que alcance al hombre en la verdad mas profunda de su existencia, el Papa ha invitado
a comenzar un urgente diálogo fecundo con la filosofía. Y por otra parte ha insistido
en dar una respuesta al deseo de plenitud de humanidad.
“El nuevo diálogo entre
fe y razón, que hoy se pide, no puede realizarse en los mismos términos y modos que
hasta ahora. Si no quiere quedar reducido a un estéril ejercicio intelectual, debe
partir de la actual situación concreta del hombre, y sobre ella desarrollar una reflexión
que recoja la verdad ontológico-metafísica”.
El Papa ha invitado a los docentes
universitarios a promover “centros académicos de alto perfil en los que la filosofía
dialogue con las demás disciplinas y en primer lugar con la teología”. El Pontífice
les ha animado a “proseguir con confianza en la búsqueda filosófica invirtiendo energías
intelectuales y comprometiendo a las nuevas generaciones en este compromiso”.