Benedicto XVI subraya que un diálogo interreligioso auténtico puede establecerse solamente
entre personas preparadas a la multiculturalidad, conscientes y respetuosas con la
fe de los demás
Sábado, 7 jun (RV).- Para ser autentico, el dialogo interreligioso debe “ser un camino
de fe”: Por esto no es suficiente multiplicar las ocasiones de encuentro entre miembros
de fe diversa. Es necesario sobre todo promover un diálogo que este bien enfocado
para este delicado objetivo. Es la recomendación central que el Santo Padre ha confiado
a la plenaria del Pontificio Consejo para el Dialogo interreligioso, recibida esta
mañana en audiencia. De un dialogo interreligioso fundado sobre símiles presupuestos,
ha afirmado el Papa, brota una ola de caridad y de solidaridad para los pobres del
mundo.
El Papa ha sido muy concreto al precisar los términos con los que la
Iglesia debe conducir las propias relaciones con las otras religiones en el surco
trazado por el Vaticano II. Teniendo en cuenta el magisterio en materia, el Santo
Padre ha recordado su declaración de intenciones hecha tras su elección como Pontífice:
“Todas las actividades de la Iglesia deben estar impregnadas de amor. Es el amor,
el que invita a todo creyente a escuchar a los demás y a buscar áreas de colaboración.
Anima a los hermanos cristianos a que dialoguen con los seguidores de otras religiones
proponiendo, no imponiendo, la fe en Cristo, que es “el camino, la verdad y la vida”.
Benedicto
XVI ha animado los esfuerzos que el Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso
realiza en organizar cursos de formación y programas para el diálogo a favor de los
distintos grupos cristianos, especialmente para los jóvenes seminaristas y para las
personas que trabajan en los institutos de instrucción terciaria. Un empuje que el
dicasterio vaticano -según las palabras de su presidente, el cardenal Jean-Louis Tauran-
se presta a transformar en un documento específico: “Líneas guía para las iglesias
locales”, que viven en contextos pluriétnicos, plurirreligiosos y pluriculturales.
“La
colaboración interreligiosa ofrece la oportunidad de expresar los demás altos ideales
de toda tradición religiosa ayudar a los enfermo, socorrer a las victima de catástrofes
naturales, de la violencia, el cuidado por los ancianos y los pobres: estos son algunos
de los sectores en los que colaboran personas de diversas religiones. Asimismo animo
a todos aquellos que se inspiran en las enseñanzas de sus religiones para ayudar a
los miembros sufrientes de cada toda sociedad”.